Y con el verano llegó el deseo. El despertar del instinto. Ayer Mazinger descubrió por primera vez a lo que olía el paraíso. Y desconcertado, ansioso, juguetón, despierto, alucinado, jugó y se dejó la vida en conquistarla.
Ah, la adolescencia... ¿Así que la vida era esto? Bienvenido.
1 comentario:
yo quiero volver a ser adolescente, por un día, como mazinger...
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