Llueve. Y a Mazinger no le gustan los paraguas abiertos de la gente ni tampoco las motos aparcadas y cubiertas con una lona que las protege de la lluvia.
Hoy se ha desgañitado delante de una de esas motos.
Eso sí, el agua de la lluvia le da igual.
No, como a Lola, una cocker la mar de expresiva, que no ha escatimado ni una sola mirada triste, ni varios gestos de absoluto desagrado a su dueña. Parecía decirle: ¿Si está lloviendo para que me sacas?
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