viernes, 23 de mayo de 2008

Nombres


Puedo decir el nombre de estos tres perros. La del banco, es Kitty, el dálmata Micro y la otra Pandora. No puedo decir el nombre de ninguno de sus amos. Y eso que hace casi dos meses ya que los conozco. Es otra de las peculiaridades de esta comunidad canina a la que poco a poco voy perteneciendo y que cada mañana y sobre todo cada tarde a última hora se junta en la plaza del 2 de Mayo. Y empieza a preocuparme cómo hacer ya las presentaciones sin que quede algo ridículo. Hola soy Carlos, ¿y tú, dueño de Micro, cómo te llamas? El buen hombre pensará, este es tonto, si hace dos meses que venimos hablando de cosas tan íntimas como la conveniencia o no de la castración, la frecuencia de sus deposiciones, la calidad del pienso que le damos, la constancia con la que los sacamos, el mejor lugar para comprarle un collar molón, la cantidad de cables y muebles que pueden destrozar a la semana, y así mil cosas trascendentes más (trascendentes desde hace dos meses, porque antes ninguna de ellas me quitaba el sueño)
Así que me he descubierto a veces hablando en tercera persona, como los fubolistas, como la reina de Inglaterra, como el papa, para introducir mi nombre de una manera ¿natural?. "Ay, Mazinger si tu dueño "carlitos" no te sacara tanto, qué iba a ser de ti?" "Ven, Mazinger, dáselo al tonto de Carlos"
Ha empezado a dar resultado, el mejicano guapo, dueño de... (mierda, a veces también se me olvidan los nombres de los perros) el otro día me saludó con un "hasta luego, Carlos" Yoo hoo!
Ahora sólo falta que yo empiece a descubrir sus nombres de una manera igual de natural y así dejar esa nueva costumbre de ir por el barrio saludando a los perros "hasta luego, Bax" y nunca a sus dueños.

No hay comentarios: