lunes, 17 de noviembre de 2008

Good choice


En los aviones hay primera, business y turista. Para viajes cortos es de tontos ir en primera, para viajes largos es de pobres ir en turista. La diferencia entre primera y turista en un viaje largo es fundamental: Los que van en primera reciben más sonrisas por minuto, y cuando las azatas te dan a elegir entre pollo y pescado, o entre pasta y menestra, elijas lo que elijas siempre te responden con esta frase entusiasta: Good choice (Buena elección) Elijas lo que elijas. Si vas en turista, como nosotros, te dan la comida y listo. Esa es la gran diferencia entre turista y primera. Todo lo que digas si has pagado 7000 euros de billete es lo mejor que puedes decir. Si vas en turista mejor no digas nada. También hay otra diferencia, en primera vas recostado en un asiento cama como un principe. En turista, no. Ya nos hubiera gustado ir recostados en esos asientos cama.
Eso sí, una vez que bajamos del avión decidimos llevar una vida de primera. Dispuestos a que todo fueran "good choice". Así que nos quitamos los complejos, nos alquilamos el cadilac más grande y más rojo que encontramos "¿red cadilacc?, good choice, mister montero" y nos instalamos en la pedazo suite que veis en la foto "¿pedazo suite?, good choice, mister montero". Durante una semana vivimos como si hubiéramos conseguido el sueño americano y en la ciudad más apropiada, y que forma parte de nuestro imaginario colectivo, para llevarlo a cabo: L.A. Fue una semana de buenas elecciones. Y curiosamente también allí fue la semana de elecciones. Y decidieron una buena opción, la mejor. The best choice: Obama. Y nosotros lo vivimos en primera persona. Y en primera clase. Un lujo.

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