viernes, 24 de abril de 2009

Quijote

Marsé recibe el premio Cervantes y en su discurso reflexiona entre muchas cosas sobre el Quijote y la influencia que ha tenido en su obra. Estas son sus palabras: “En el corazón del caballero chiflado que no distingue entre apariencia y realidad anida, como es bien sabido, el germen y el fundamento de la ficción moderna en todas sus variantes” Y de repente esas palabras me tocan profundamente porque yo estoy un poco como el Quijote, o sea, como las maracas de Machín, confundiendo ficción y realidad, o dejando que mi ficción se cuele en la realidad, con todos los inconvenientes que eso acarrea.

Yo estaba estos días, además de trabajando en el último capítulo de la temporada, barruntando un cuento en el que un cantante de éxito encontraba en la mesilla de la habitación del hotel un pequeño bloc con el emblema de dicho hotel, NH, pongamos por caso, y en ese bloc alguien había escrito el comienzo de una canción o tal vez un poema. Al cantante esos versos, tontos, breves, le empiezan a obsesionar y no se los puede quitar de la cabeza. Y sin darse apenas cuenta, o casi sin querer, compone el resto del poema y lo musica. Es justo la canción que llevaba mucho tiempo queriendo componer pero que se le escapaba. Sabe que será un éxito, o al menos lo intuye. Pero no se decide a grabarla. Al fin y al cabo es suya sólo a medias. ¿Qué hacer? Lo consulta con su chica, con su manager y ambos le dan la misma idea. “Busca al autor de esos versos. Pídele permiso. Tal vez los dejó ahí olvidados o tal vez los dejó para regalárselos al que llegara”. El cantante se pone a ello, intenta que en el hotel le digan quien estuvo en esa habitación antes que él, pero en recepción se niegan a darle esos datos. El cantante insiste tanto que consigue hablar con el director. Le expone el caso, y el director se ablanda y le acaba dando los teléfonos de los últimos huéspedes. El cantante llama uno a uno, para sorpresa e incredulidad de todos ellos. Es un cantante muy famoso y siempre es raro que un cantante famoso te llame al móvil. Ninguno de los huéspedes dice ser el autor de esa canción. Así que el cantante, que a pesar de ser famoso es muy íntegro, (alguno quedará, digo yo) decide guardarse la canción para él solo. Y publica su álbum sin esa canción. El cantante sabe que esas 10 canciones están cojas, les falta algo, les faltan esos versos, esa música. Pasan los meses y la canción le empieza a quemar, siente que esos versos está luchando por salir. Así que un día decide hacerlo. En una entrevista en la radio cuenta la historia. “Estos versos me los encontré en una habitación de hotel y la canción salió sola” Y dicho eso canta la canción. Al locutor le emociona, a la chica de producción también, y seguramente a muchos de los oyentes. Lo malo es que enseguida empieza a llamar gente diciendo que ellos son los autores de esos versos. Y se ponen realmente muy pesados, muchos amenazan con demandar al cantante si publica la canción. El cantante decide entonces no incluirla en ninguno de sus repertorios. Pero la canción casi por si sola se convierte en popular. Y muchos comienzan a cantarla y a hacerla suya, aunque los verdaderos autores son el huésped anónimo y el cantante íntegro.

El cuento como veis es un poco tonto. Sobre todo ahora que ya casi nadie cobra casi nada por los derechos de autor.

Pero os preguntaréis, espero, ¿cuáles eran esos versos que inspiraron al cantante y encontró en la habitación? Bien, esa parte del cuento me traía a mal traer. Yo no soy compositor, ni poeta, aunque alguna vez haya escrito alguna canción tonta. Pensé en dejarlo a la imaginación del lector, pero me parecía un recurso muy cobarde. Así que escribí unos versos breves y tontos, pero de los que me sentía bastante orgulloso. Estos son:

La belleza
puto invento
La tristeza
Puto invento
Tus ojos tristes
Ni te cuento.

Pues eso, breves, tontos, elocuentes, con mucha ironía. Entre Krahe y Nena Daconte. Si es que esa mezcla es posible.

Ayer por la noche, con dos copas de más (miento, con dos copas, en realidad. Lo que pasa es que las dos fueron de más) me crucé por la calle con quien no debía, con la belleza, vaya. Y aunque me comporté con bastante dignidad, a pesar de las copas, o eso quiero creer, llegué a casa y cual Quijote confundí realidad con ficción y en un mensaje le envié parte de esos versos. Así a palo seco y a las dos de la mañana. Ah, el alcohol.

Esta mañana al recordarlo me ponía colorado…

La moraleja, amigos: hay que escribir los cuentos que se piensan, para que luego no se cuelen en mensajes que den miedo, o no hay que beber copas de más para no confundir ficción con realidad.

lunes, 20 de abril de 2009

Dinosaurio

Salgo del cine de ver una película estupenda en la que el prota es un periodista íntegro y muy a la vieja usanza en la que se ve obligado a compartir reportaje con una blogera, una chica joven y lista que escribe en su mismo periódico pero versión on line. El periodista al principio la desprecia, como desprecia la versión on line del periódico que está acabando con la versión impresa. Curiosamente yo esa misma mañana tuve una conversación parecida. Leyendo el periódico del domingo, la versión impresa, Guille se ríe de mí y me dice que si eso también lo hago como una obra de caridad. ¿El qué? Pregunto. "Lo de comprarte el periódico, pudiéndolo leer en la red gratis. ¿Eso también lo haces como con las pelis que te compras,en vez de bajártelas, para que la industria no se vaya a la mierda?" Yo me río ante su comentario, pero de pronto me encuentro una vez más justificando algo que para mí es tan normal como comprar el periódico. Soy un dinosaurio. Como el periodista de la peli.


Enciendo mi móvil a la salida del cine y tengo una llamada perdida de Alejandro. Lo llamo y bromea conmigo: ¿Qué eso de qué tú estés en la lista de los 50 jóvenes más influyentes del país y yo ni siquiera aparezca?" Yo me quedo un momento callado, sin entender lo que dice. ¿Perdón?. "¿No lo has leído, en El Mundo? Según el periódico eres una de los 50 personas que más influyen en los jóvenes" Yo sigo sin asimilar lo que me dice. ¿Qué salgo en una lista? ¿Qué soy influyente? ¿Un guionista de tv en una lista como esa? Como insiste tanto, acabo por acercarme al Vips, donde venden periódicos hasta la noche, y hojeo el Magazine de El Mundo, en la portada curiosamente está mi admirado Philippe Starck, y sí, es verdad, allí estoy yo, en el número 29 (de una lista alfabética) y este es el texto: "Carlos Montero. Guionista jefe de Física o Química. La televisión sigue siendo una fuente de modelos a seguir para buena parte de los jóvenes. Y los chicos de Física o Química se han convertido en auténticos mitos, en el sentido clásico del término. Por eso es tan importante lo que Carlos Montero, guionista jefe de la serie, incluye en cada capítulo. Homosexualidad, relaciones sexuales, drogas... se tratan sin ñoñería ni moralina, aunque en el fondo, hay un mensaje ético"
Yo, sabiendo que esto de las listas es una tontería y que si además estoy en una como esta también se debe a la casualidad de que acabamos de estrenar y de que mi nombre y comentarios han salido en casi todos los periódicos y páginas webs, no quepo en mí de alegría. Me ha hecho una ilusión enorme, sobre todo por lo inesperado, y sobre todo porque debe ser la primera buena crítica que recibimos desde que la serie empezó. ¡Y también porque me consideran joven!
Llamo a mis amigos, y también llamo a Guille y éste se apresura a consultarlo en El Mundo digital. Y sí, no sólo estoy entre los 50 jovenes más influyentes en versión impresa. En internet también existo.
A lo mejor ya no soy tan dinosaurio.

sábado, 18 de abril de 2009

Imperdibles

-Mira, un imperdible.
-¿De donde lo has sacado?
-Del suelo, estaba ahí.
-¿Te has encontrado un imperdible en la calle?
-Sí, siempre encuentro alguno.
-¿Sueles encontrar imperdibles?
-Sólo es cuestión de fijarse. Tampoco es tan raro. ¿Lo quieres?
-Eh… no…
-Vale, entonces me lo pongo en el pantalón, al lado de este grande.
-¿Ese también lo encontraste en la calle?
-Sí, hará un mes más o menos.
-Qué cosas… hay algo paradójico en eso de encontrar cosas que no se pueden perder… Nunca pensé que se pudiera encontrar un imperdible…
-Es cuestión de fijarse.

Ahora que G. ya no está, a veces miro al suelo buscando algo, sin saber muy bien el qué. Y de pronto me acuerdo de los imperdibles. Y de que era cuestión de fijarse. Yo aún no he encontrado ninguno.

Y me da por pensar que hay que estar hecho de una pasta distinta para que los imperdibles salgan a tu paso, y además no darle importancia.

jueves, 16 de abril de 2009

Erased

Un amigo me deja un mensaje para preguntarme si estoy bien. Ha leído mis dos últimas entradas y de repente se ha preocupado un poco. Le contesto que no se preocupe, que estoy de maravilla, y raudo y veloz corro a borrar al menos una de esas dos entradas, porque ese no era el efecto buscado. Les había colgado porque de repente repasando entre archivos antiguos había dado con unas cuantas letras de canciones chorras que había escrito hace tiempo y esas dos eran las únicas un poco decentes y que al menos para mí tenían un puntito gracioso e irónico. Pero a veces uno ve una cosa y otros otra muy distinta. Es lo que tiene la escritura. Por eso he decidido borrar la última, el rap tontorrón. Porque ya digo no es cuestión de preocupar a nadie.

miércoles, 15 de abril de 2009

Hiperbólico

A modo de canción:

Él es hiperbólico
Cuando está cansado
Dice estar destruido
Cuando se alegra no está contento,
Sino pletórico.
Cuando piensa
No piensa, entra en trance
Cuando está dormido
No duerme, se apaga
Y cuando está borracho
Está encendido
Él es hiperbólico
No es un héroe,
Es un superhéroe

martes, 7 de abril de 2009

Ego trip

Ayer tuvimos la rueda de prensa de la presentación de la tercera temporada de la serie. Fue toda una experiencia. Por primera vez me tocaba hablar delante de los medios y para mí era una incógnita saber cómo iba a reaccionar. ¿Me desenvolvería con soltura, me podrían los nervios? Durante el fin de semana había escrito un par de ideas sobre las que quería basar mi discurso. Y aunque eran simples y fáciles de explicar no estaba seguro de si al tener el micrófono en la mano y a 30 periodistas delante sería capaz de hacerme entender sin quedarme en blanco. Tan pronto Reyes, la productora ejecutiva, me pasó el micrófono y lo sentí en la mano supe que iba a salir bien. Estuve hablando durante 5 minutos y dije más o menos todo lo que quería decir. Agradecí a los actores, sobre todo a los nuevos, y también agradecí la confianza depositada en nosotros por Antena 3, aunque como bien me recordó Josep, se quedaron muchos agradecimientos fuera. Apenas cité a los actores veteranos, como me hizo notar Ana Milán (“ y sin los veteranos a ver donde iban a estar ahora estos mocosos”) y poco dije sobre los guionistas, o sobre los analistas, o sobre la producción ejecutiva y los directores. Pero como tampoco estaba recogiendo un premio, sino presentando una temporada, pensé que no era necesario extenderme. Aunque es verdad que me quedé corto y lo lamento. Las series se realizan con el esfuerzo diario de todo un equipo. La serie que tenemos es la que el equipo ha construido. Para lo bueno y para lo malo. Sobre todo para lo bueno. Sin el pedazo equipo de guionistas, que apenas me hacen trabajar, la serie sería otra. Y también sin la producción ejecutiva. Y sin directores que como Javi Quintas, entienden a la perfección lo que pretendemos contar en la serie. Y también sin Josep, el analista, que rema siempre a favor de obra, la cosa iría de otra manera.
Me sentí eufórico al terminar la rueda de prensa. Porque ya podía respirar tranquilo y porque creo que se entendió lo que dije. Dos ideas sencillas que sabía que podían generar un titular y así ha sido. Hoy algunos periódicos y varias páginas webs recogían mis palabras. Hace tiempo aprendí que los periodistas son como todos, agradecen que les des el trabajo hecho. Consejo para los que tengan que dirigirse a la prensa: dales una idea clara, si puede ser paradójica, o polémica, o sencilla pero contundente y al día siguiente la tendrás de titular.
Josep se rió de mí después de que todo acabara: “Montero, eres una estrella. Tienes un ego más grande que el de la Milán. Te has sentado ahí arriba como si fueras el capo, el puto amo. Y venga a hablar de ti y en primera persona” Yo le dije que ese fue mi truco, o lo hacía así, creyéndomelo y hablando desde el ego, o no hubiera arrancado.

Por la noche en casa de Quintas celebramos su cumpleaños rodeados de muchos actores de la serie. Ana Milán, la del ego tan grande, estuvo grandiosa contando retazos de su vida. Es un torbellino, una showoman de un ingenio y gracia apabullante. Yo hoy tengo agujetas de tanto reírme. Le pedí permiso para transformar una de sus historias en un cuento. Así que pronto lo haré. Aunque no sé si sabré trasmitir toda la exuberancia y gracia de la que ella dotó a la historia.

El caso es que ella y sus historias, además del Moet Chandon de Quintas, fueron un broche de oro para un día estupendo.

miércoles, 1 de abril de 2009

¿Tú qué eres?

-¿Sabes lo que es el vértigo?-Le preguntó- Es el miedo al vacío y a las alturas pero sobre todo el miedo a ceder al impulso de tirarte. Hay algo en los que tienen vértigo que les atrae hacia el vacío.
-¿Si? ¿Los que tienen vértigo se quieren tirar?
-Algo así. Son como los suicidas. Tienen mucho miedo a la muerte y a la vez la desean- dijo Fátima.
Andrea la miró sin saber muy bien qué pensar de su nueva amiga. Movió la cabeza como para sacudirse esa idea.
-Dices unas cosas más raras.
-Y por eso te gusto.
-Me gustas porque tu casa tiene piscina.

Fátima rió. En las dos semanas que llevaban siendo compañeras de pupitre su amiga conseguía a menudo sorprenderla. Y eso no era fácil.

-¿Y sabes por qué tú me gustas a mí? Porque aún no te pillo. No sé si eres sincera o cínica.

Andrea se tomó un par de segundos para responder a esa pregunta. De repente sintió que esa respuesta iba a marcar el resto de su vida. La adolescencia siempre estaba llena de esos momentos trascendentes.

-Creo que prefiero lo de cínica. Mi madre dice que a los sinceros les va fatal y que por eso mi padre la dejó.
-¿No me irás a contar ahora tu vida?- preguntó Fátima, añadiendo a esa pregunta un tono de cansancio.
-Tranquila, podemos seguir hablando del vértigo. O del suicidio. Mucho más interesante. –Le sorprendió su propio comentario malvado.-Uy, ¿has visto? Lo de ser cínica se me va a dar de puta madre.

El timbre del recreo las sorprendió riendo y volvieron a clase.