miércoles, 30 de diciembre de 2009

Feliz 2010

No sabía cómo despedir el año desde mi blog. No me apetecía nada hacer un recuento del año, ni una lista de deseos para el que viene. Y de repente ayer me llegó la tarjeta de felicitación de Fangoria y las Nancys Rubias y eso me iluminó.
Cada año que pasa me parezco más a Mister Scrooge, el personaje de Dickens que odia la navidad. Y al igual que él refunfuño por todo. No me gustan las compras, los compromisos, las luces, el frío que hace... Y me siento un tópico con patas por renegar de la Navidad. Sobre todo cuando sí hay cosas de estas fechas que me gustan. Y una de ellas es que la gente se felicite. Porque aunque también podría considerarse una obligación, yo siento esas palabras sinceras. Es raro que alguien te felicite la navidad con mal humor, o de manera hipócrita. Como mucho tal vez con un poco de sorna. Pero una sorna simpática. Y siempre es agradable que alguien te desee lo mejor, ya sea tu vecino, tu padre, tu amigo o un compañero de trabajo.

Recibir cada año la postal de Alaska y Las Nancys Rubias es otro de los placeres de estos días. Me cuesta imaginar algo mejor que ejemplifique lo que las navidades tambien puede ser. Después de los compromisos con la familia, no siempre terribles, a veces también muy placenteros, o con los compañeros de trabajo, qué mejor que celebrarlo con la familia que uno escoge. Y ellos, Fangoria y Las Nancys, son eso, familia.

En la foto están trinchando un pavo que no es tal, porque es de plástico, y ellos van de negro riguroso, entre otras cosas porque estiliza. Ellos son así, conocerlos es adorarlos. Y yo no os puedo desear nada mejor para el 2010 que tengáis la suerte de compartirlo con gente como ellos, que siempre están ahí cuando hace falta, y que viven de la manera que saben y quieren vivir.

Feliz 2010, sin sorna, sin hipocresía y de manera sincera.

viernes, 18 de diciembre de 2009

En la radio

Salgo a las 11 y media de casa a toda prisa para ir a comprar un palo de fregona, porque Mirella, que viene a limpiar todos los viernes, lleva pidiéndomelo desde no sé hace cuanto y siempre se me olvida. Por el camino me encuentro con la vecina del cuarto, una señora de setenta años con incontinencia verbal y la mar de desconcertante, lo mismo me echa la bronca por cualquier tontería como que se pone a hablar bien de mi perro. Total, que la buena mujer me para y me dice: "El otro día te escuché en la radio y yo que te tenía por una persona tímida y discreta..." Entonces la miro con temor y me pongo a pensar, ¿qué habré dicho en la radio?, era sobre la serie así que es probable que haya escandalizado a la buena mujer, yo que llevaba en secreto que era el guionista de Física o Química, ya verás ahora...
Pero la vecina continúa: "de repente en la radio te transformaste, y qué resuelto, qué simpático y qué voz más divina". Sí, esas fueron sus palabras exactas. Qué voz más divina. Yo, claro, me quedo muy bien sin saber cómo reaccionar y me limito a sonreír y a darle las gracias. Y me voy a por el palo de fregona.
La buena mujer sin saberlo me ha infundido ánimos porque en un rato entraba en directo en Radio Catalunya, para darle una sorpresa a Eduardo Noriega. Hacían un repaso de su carrera y querían que la primera persona que le había dirigido en un corto le saludara en directo. Odio hacer esas cosas, porque aunque la buena vecina ahora crea que soy más simpático y que tengo una voz divina, en realidad me corto bastante ante situaciones así y soy cero ocurrente. Vamos, que la imagen que ella tenía de mí antes del momento radio, era bastante acertada, me temo.
Pienso alguna ocurrencia graciosa pero no me viene nada a la cabeza. Decido escuchar la entrevista que le están haciendo antes de que me toque entrar y alucino al descubrir que Eduardo habla catalán de una manera fluida. Qué tío. Yo con eso ya no puedo competir, bastante es que pueda seguir a duras penas la conversación en otro idioma.
Me toca entrar en directo y visualizo a la señora repitiéndome lo de la voz divina. Eso me da fuerzas, aunque cuando me presentan y me pongo hablar, mi castellano de alguna manera rompe con la fluidez catalana y me siento un tanto absurdo. Menos mal que todos, presentadores y el propio Eduardo (al que he tenido la inteligencia de avisar antes, para que no le pille de sorpresa) me lo ponen fácil. Y salgo más o menos airoso del envite.
Hace dos minutos Eduardo me acaba de llamar para darme las gracias, y para decir lo mucho que se sufre haciendo estas cosas. Y yo le digo que ha estado estupendo y hablando con una fluidez y una entereza asombrosas, sobre todo para hacerlo en otro idioma. "Calla, calla que yo no sabía dónde meterme, estaba colorado, y tapándome la cara" Y yo pienso, pues ya éramos dos. Pero eso es lo bueno de la radio, que nadie te ve y sólo oyen tu voz, y hasta les parece divina.

martes, 15 de diciembre de 2009

Haidar

Creo que estos días estamos media población explicándole o más bien improvisando algo coherente a la otra media población cuando nos pregunta sobre el caso Haidar. Primero intentas contarle los hechos ocurridos hace unas semanas (yo llevo leyendo como loco todo lo que se publica y aún no sé muy bien qué ha pasado) y luego toca el momento de remontarse treinta años atrás y hablar sobre la colonia del Sahara y de cómo España actuó o dejó de actuar. Y yo creo que ahí empezamos todos a patinar y a improvisar. Bueno, todos no, habrá gente que sepa realmente de lo que va la cosa. Yo recuerdo que ya cuando estudiaba Relaciones Internacionales en la facultad con el tema de la Marcha Verde se me quedaba cara de gilipollas. Como tengo un poco de morro, si me preguntan contesto o más bien improviso. Eso sí, si me toca pronunciarme y dar mi opinión sobre la huelga de hambre, sobre la actuación de España o de Marruecos, ahí hago mutis por el foro.
No tengo ni idea. Sé que no quiero que se muera esa señora, pero me alegro de no formar parte del gobierno porque no tengo ni la más remota idea de qué hacer al respecto. Los actores que la apoyan sí parecen tenerlo claro, y hasta los partidos de derechas, que de repente en esto como en tantas cosas parecen más de izquierdas que los del PSOE.
¿Hay que morir por defender tus ideas? ¿Cuánto hay de responsabilidad en todo esto del actual gobierno español? ¿Se puede uno retirar con dignidad cuando ha empezado una huelga de hambre? ¿Acceder a las exigencias de Haidar es chantaje o justicia? ¿Si uno está en su derecho de morir por lo que cree no lo están también los gobiernos de hacer oídos sordos si no les conviene el asunto?
Yo sólo tengo preguntas y ninguna respuesta. A veces envidio a los que la apoyan tan fervorosamente y otras veces sin embargo me alegro de no pronunciarme. Y tengo la sensación de que esto nos pasa a muchos. Qué sé yo.
Vaya post cargado de incertidumbres...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Sufjan

La canción más bonita del mundo. Bueno, una de ellas, claro. Y la acabo de descubrir. Siempre llegando tarde a todas partes, ay...
Seguro que la conocéis, pero por si las moscas, en este domingo lluvioso quiero compartirla con vosotros.

http://www.youtube.com/watch?v=otx49Ko3fxw

viernes, 4 de diciembre de 2009

Negociación

La clave para el éxito de una negociación es que las dos partes que discuten se escuchen e intenten, ambas, aproximar en la medida de lo posible posiciones. Cuando las dos partes en vez de escucharse se insultan y sienten que cualquier paso de aproximación es intolerable y atenta contra su dignidad, apaga y vámonos. La negociación está condenada al fracaso. Y sólo va a generar mala leche. (Sé que es una verdad de perogrullo, pero tenía que empezar de alguna manera)
Autores e internautas. Ay...
Yo curiosamente, y como tantos, soy las dos cosas. Autor y usuario de la red.
¿Qué tal si para empezar esta negociación/discusión yo como autor, no te llamo a ti, ladrón y tú como internauta no me llamas a mí, vago maleante, artista mediocre "cómomevoyagastaruneuroenbajartumusicademierda"

Tal vez sería una buena manera de comenzar. Y después iríamos al segundo paso. Intentar ser sinceros. Y empiezo siendo sincero yo. Qué no se diga. Yo te digo a ti internauta, que yo cuando ejerzo de internauta también me he bajado y me bajo musica/series gratis, o sea de manera ilegal. Y tú después, tal vez, internauta, me quieras reconocer, que de todo este lío no te está preocupando demasiado, o no sólo, la libertad de expresión, si no que te eliminen algo que como ya está adquirido (el hecho de bajarte musica/pelis gratis) lo consideras un derecho.
No pasa nada por admitir estas cosas. Sobre todo porque si lo admitimos, empezaremos a escucharnos. Creo yo.

Y ya puestos a admitir, y esto es más delicado porque voy a arrimar el ascua a mi sardina, qué tal si admitimos que en esta confrontación A-Z (A: Autores, Z internautas, por ejemplo) La balanza hoy por hoy está mucho más inclinada al lado de la Z. Es decir, hoy por hoy, los internautas tienen acceso (ilegal, pero lo tienen) a todo lo que quieren y los autores (y toda la industria que sustenta) se está yendo, o se ha ido, ya al garete. Por lo tanto, señores y queridos internautas, admitamos que la balanza hoy por hoy está a vuestro favor. Y por lo tanto, hay que buscar un equilibrio.

Si admitimos eso, o si admitiérais eso, tal vez, vuestro enfado y vuestro grito en el cielo, cada vez que un autor simplemente quiere inclinar la balanza hacia el medio, sería menor. Es decir, yo entiendo que ante la posibilidad de la nueva ley de que cierren tales o cuales páginas, de que alguien pueda decidir lo que se cierra y lo que no, uno se asuste y se alarme. Pero entended que se está buscando la manera de intentar un equilibrio. En un mundo capitalista, del que seguro vosotros tampoco renegáis, sin ingresos no hay producto. Y tampoco cultura, porque la cultura es un producto (perdón otra vez por la verdad de perogrullo). Tenéis razón cuando decís que los autores, (y cuando digo autores me refiero a toda la industria que los sustenta) vamos por detrás, que hemos perdido muchos trenes. Evidentemente. Que la teconología y los internautas habéis cogido carrerilla y que el mundo ha cambiado. Evidentemente. Pero sois lo suficiente inteligentes para admitir, desde la sinceridad, que si nadie paga, se dejará de producir. Y eso ninguna de las partes lo quiere. Por eso a las dos partes le interesa negociar y no insultar. Por lo tanto, dejemos de gritarnos los unos a los otros y busquemos una solución intermedia.

Yo como autor no quiero que pagues por todo lo que ves. Sobre todo porque ahora que vemos tantas cosas, no habría sueldo en el mundo para pagar por todo. Pero sí que pagues al menos por parte de lo que ves. ¿Es tan descabellado? ¿De verdad que me tienes que llamar artista de mierda por proponer eso?

En una negociación las dos partes pierden, para poder ganar. Como los autores llevamos perdiendo desde hace años, creo que eso ya lo tenemos asumido. Sabemos que nada volverá a ser como antes, pero queremos que al menos algo cambie, para que al menos algo pueda ser. Y podamos sobrevivir.

A vosotros, desde vuestra posición de privilegio (y no de víctimas, por mucho que algunos se empeñen en vender esa imagen) os toca la parte más difícil. Que admitáis que os toca ceder. Al menos algo. Ceder para que todos ganemos. Y para que dentro de dos o tres años siga habiendo pelis, música, series, que descargar.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Don Draper

Voy a oficilizar este sentimiento que me embarga hoy como el sentimiento Don Draper. Cuando estás buscando nuevas ideas para una nueva serie, novela, o lo que sea, pasas por diversos estados anímicos. A veces das con una pequeña cosa, que en ese momento te parece la caña de España, y te crees Leonardo Di Caprio en la proa del Titanic, o sea, el rey del mundo. Otras veces sin embargo, buscas y buscas y por más que buscas sólo tienes la sensación de picar piedra, y no dar nunca con la veta de oro, ni con la de carbón. Lo peor, con todo, de esos momentos en los que sientes que nada decente se te ocurre, es que se te cruce por la mente un personaje maravilloso creado siempre por otro, claro. Yo hoy me he topado con Don Draper. Ya es mala suerte.

Don Draper, como muchos sabréis, es el protagonista de Mad Men. Un publicista a caballo entre dos mundos, el tradicional de los años 50-60 americanos (un mundo en orden, apacible y próspero pero muy aferrado a los valores tradicionales) y el moderno, una America que empieza a desmoronarse al grito de la libertad. Don Draper está vislumbrando que el poder hegemónico del macho empieza a terminarse, y no quiere perder ninguno de sus derechos pero a la vez empieza a darse cuenta de que el mundo va más rápido que él y que o se adapta o se muere. Es un hombre también con un presente cimentado en un pasado inventado, le arrebató la identidad a un soldado muerto. Y eso, añadido a su carácter elegante y taciturno, le da un no sé qué existencialista, es alguien que aunque lo tiene todo para disfrutar de la vida (éxito, dinero, familia, amantes) siente que nada le interesa demasiado. Es un inadaptado, aunque posea casi todo aquello por los que suspiran muchos de sus compatriotas.
Eso es un personaje. Sí señor. Y ya si encima lo interpreta un actor cojonudo, apaga y vámonos.
Por eso he bautizado este sentimiento mío como el sentimiento Don Draper. No es más que la frustración de que nunca estaré a la altura de eso.
Lo mejor en estos casos es olvidar que existe y tirar para adelante, claro. Qué le vamos a hacer...

lunes, 30 de noviembre de 2009

Desde el anonimato

Yo ya no podría vivir sin internet. Sin el ritual de entrar cada mañana en cuatro o cinco páginas, sin visitar los blogs de amigos, sin saludar al resto en Facebook. Tampoco podría escribir este blog. Y trabajo menos solo desde que existe la red, desde tu casa estás conectado con el mundo. Así que no seré yo el que reniegue de internet. Pero, siempre hay un pero, claro, hay un par de cosas de internet que no acabo de entender. Una de ellas es por qué internet ha de estar tan fuera de la ley. Es decir, ha costado mucho, sobre todo en este país, conseguir un estado de derecho, en el que todos los ciudadanos tenemos derechos y deberes. ¿Por qué internet parece sólo el lugar de los derechos (de algunos, sobre todo) y de ningún deber? La piratería campa a sus anchas (no voy a entrar en ese debate, que tantos ánimos enciende y que otros tan bien han explicado) y sobre todo, y esto es de lo que quiero hablar, campan a sus anchas el insulto y las injurias desde el anonimato. Ponerle coto a esto último no es atentar contra la libertad de expresión, es simplemente aceptar unas reglas de juego. Cuando alguien manda a un periódico una carta al director para protestar u opinar sobre lo que le dé la gana ha de aceptar unas reglas. Tiene que identificarse, mandar una fotocopia de su DNI y luego un comité, o una persona encargada, decide si esa carta es publicable o no. Yo ya no estoy sugiriendo que alguien filtre las opiniones, pero sí que la gente que opina se identifique. Seguro que sólo con esa medida conseguíamos rebajar el nivel de bilis y mala leche general. Los insultos casi nunca aportan nada, sólo generan mal rollo.

A mí nunca me han gustado los típicos bares españoles, en general están cargados de humo, son bastante horteras y huele a café con leche (nunca he soportado el olor a café con leche, qué le vamos a hacer). Pero sobre todo abundan las opiniones a granel y a voz en grito. Todos los parroquianos saben perfectamente cómo deberían jugar los de tal o cual equipo, imbéciles todos a su parecer, que el entrenador es más imbécil todavía por no sacar a tal o a cual al campo,y todos tienen una solución para arreglar la crisis, porque esta panda de mangantes que nos gobierna son unos hijos de puta, y por supuesto muchos se cargarían a tal o cual individuo que sin duda es culpable de asesinato y de violación.

Odio a los sabios de barra. Porque opinan desde la simpleza más absoluta y desde el insulto. Y siempre tienen razón.

Eso en internet se ha extendido hasta la saciedad. Es fácil evitar entrar en un bar para no oler a café con leche, pero es más dificil leer una noticia de cualquier periódico en la red y no toparse con cuarenta comentarios de los cuales treinta son insultos de barra de bar. Una lástima.

Sobre todo cuando ocurre lo de este pobre hombre que ha sido juzgado y condenado por casi toda la opinión pública. "Asesino, mereces una muerte dolorosa, que te violen como tú violaste a esa niña... " Eso es lo menos fuerte que hemos tenido que leer en internet. Yo me he librado de escucharlo en bares porque no voy, ya digo. Pero no en internet, claro. A ese pobre hombre, que bastante infierno habrá pasado al tener que enterrar a la hija de su pareja, le han destrozado la vida, el médico que decidió abrir un informe de malos tratos de ciencia ficción, y también aquellos que desde el anonimato lo mejor que le han deseado ha sido una muerte rápida.

Opina todo lo que quieras. Pero pon tu nombre y apellido, y tampoco estaría mal una foto de carnet. Algo tan sencillo limpiaría el ambiente de malos humos. Y en la red olería menos a café con leche.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Funeral

El padre de Guille le enseñó a Guille este vídeo y él me lo ha enseñado a mí. Es una campaña de publicidad que lanzó en Singapur el Ministerio para el Desarrollo Comunitario, Juventud y Deporte (nombre largo donde los haya) en favor de la familia.
A mí me parece sublime. En tres minutos consigue hacerte empatizar con la protagonista, te emociona y tienes que hacer esfuerzos para no reprimir una lagrimilla. Contada con humor, desparpajo, y mucha emoción (un coctel que mezclado con talento siempre funciona) me parece un ejercicio narrativo impresionante.
La publicidad una vez más nos lleva la delantera. Algunos al verlo seguro que pensáis que es facilón y melodramático y un cúmulo de tópicos. No diré que no. Pero funciona. Yo, que ahora estoy buscando una vez más esa piedra filosofal, no puedo dejar de admirar que algunos lo logren en tres minutos.
Llamadme ñoño si queréis. Pero no dejéis de verlo. Va.

http://www.youtube.com/watch?v=v7JCQ-VBgDk

lunes, 23 de noviembre de 2009

El 2 de Mayo


Uno de los secretos del éxito de una serie es crear un universo al que a los espectadores les guste asomarse una vez por semana. Si consigues que el espectador quiera vivir allí, aunque sea esa hora y que además sienta como parte de la familia o como a amigos a los protagonistas, estarás cerca de tener una serie que funcione.

Una de las asignaturas pendientes de las series españolas es la mitificación de lugares concretos. Eso los americanos lo saben hacer de maravilla. Ellos se han inventado un Nueva York en sus series y sus películas en el que a todos nos gustaría vivir (luego la realidad es otra cosa) y también han mitificado la costa californiana. Es verdad que Nueva York es impresionante, y también toda California. Pero no deberíamos tener complejos con nuestra geografía y ciudades. A veces los productores españoles quieren huir de los lugares concretos, de los localismos, porque creen que eso alejará a los espectadores que no son de allí. Yo pienso exactamente lo contrario. Creo que ya empieza a ser hora de reivindicar una ficción con nombres reales, aunque por supuesto siempre en otoño, es decir, mitificándolos, recreándolos, imaginándolos siempre bonitos. Malasaña puede ser muy cutre. ¿Pero a que en estas fotos no lo parece?

Si consigo llenarla de personajes y de historias interesantes, tal vez podría ser el decorado de una serie. O tal vez no, claro. Me estoy dejando llevar por el otoño...

Locales


En Malsaña cada vez se abren más locales con un look neoyorkino o londinense. Algunos dicen que el barrio se está volviendo pijo. Yo estoy encantado. Siempre me han gustado los sitios bonitos. ¿Por qué comer o tomar un café en un sitio cutre si lo puedes hacer en uno agradable?

Comida italiana para llevar...


...servida con amor. O eso dicen.
Malasaña está plagada de restaurantes, pequeños, modernos, agradables y algunos directamente son sólo de comida para llevar. Este italiano, que se está expandiendo por este y otros barrios, sirve una pasta riquísima.

Color en Malasaña














No sólo de otoño vive Malasaña.

Más otoño


Estoy en plena ebullición creativa, buscando debajo de las piedras, empapándome de todo lo que veo, entrando en fase autista, de repente me despisto de cualquier conversación y penetro sin querer en alguno de los universos que empiezan a germinar en mi cabeza. El amarillo del otoño, la luz y el color de Malasaña me llevan a dar vueltas a una idea que se me escapa, que está cerca, que intento atrapar, pero se escurre. Empiezo a intuir el tono, el ambiente, y también surgen los primeros acordes, apuntes de personajes, pero luego de nuevo se diluye... El proceso de creación, qué cosa más extraña. Y apasionante.

Otoño en Malasaña

Ayer domingo, después de dar una vueltecilla en mi coche (aún voy acojonado, pero cada día más suelto), me dediqué a atrapar el amarillo otoñal, siempre efímero, por las calles de mi barrio.

martes, 17 de noviembre de 2009

ALAKRANA

Llevábamos 47 días deseando leer estas palabras: El Alakrana navega ya en aguas seguras.
Aguas seguras.
Preguntada una de las esposas de los secuestrados sobre cómo se sentía y qué le iba a decir a su marido al verlo, contestó:
"Lo voy a comer a besos. Las palabras sobran"

Aguas seguras y las palabras sobran. Algunos serán comidos a besos.

A veces da gusto leer las noticias.

Vinagre y rosas

Llevo un mes esperándolo y ya está aquí. Vinagre y rosas. Lo último de Sabina.
Y la espera ha merecido la pena, porque aunque su voz esté cada vez más cascada, nunca fue una gran voz de todas las maneras, sigue escribiendo cosas como esta:

"Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga"

"Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos la tormentas
por la noche es probable que el viento sea variable,
que me quieras y luego te arrepientas"

"Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pajaros del sueño
los móviles que insultan con los ojos
el sístole sin diástole ni dueño"

Hay más. Pero mejor lo descubrís vosotros.
Ah, ¿cómo no adorarlo?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Loctite

La sangre no llegó al río. El loctite con amor lo pega todo. Y hablando se entiende la gente, ya lo decía Jesús Vázquez en los 90. Vuelvo a la empresa. Me quieren y hoy lo han demostrado. ¡Y me he comprado un coche! ¡Yo! Anthony, no sé si hasta Barcelona, pero hasta Toledo seguro que te llevo. Guille, sólo tú podías aguantar esas horas en el IFEMA, eligiendo entre miles de coches, escuchando mis dudas, animándote y riéndote de mis temores. Sin ti, no sé yo si hubiera podido decidirme. Lo sabes.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Cuore

Ayer fui a comprar el periódico como todos los días y la kioskera me dice:" ¿Sabes que sales en el Qué me dices?" Y una clienta la corrige: "No es en el Qué me dices, es en el Cuore" Yo sonrío y asiento: sí, lo sé, lo sé. Gracias. Y la kioskera continúa: A mí es que me lo dijo Chelo, "mira, aquí está el chico de Mazinger" Me conocen por mi perro.
Por cierto, a mí me alertó que salía en Cuore, Natalia, la dueña de la perra Ina. Me mandó un mensaje: Sales guapísimo en Cuore. Yo flipé, claro y corriendo fui a comprarla. Y era verdad, salía guapo y a toda página, de partenaire de Alejandro. Y ni nos ponían mal ni nada. Se lo conté a todos. Entre otras cosas porque salía bien, y encima tuve la suerte de que me sacaran esa foto uno de esos días en los que además iba bien vestido, raro en mí. Y la mar de conjuntado. Como fue justo el día que me iba a Barcelona a por el Ondas, se lo dije a Reyes, la productora ejecutiva. Y ella no sólo compró el Cuore, sino que también recortó la página y la guardó en el bolso. Cuando llegué al Liceo, con el tiempo justo, porque tuve que plancharle la camisa a Javi Calvo (Fer) y esperar a que el pobre Maxi (Cabano), subiera con unos alfileres el bajo de sus pantalones (el glamour de las estrellas...), vi que Reyes le estaba enseñando la foto a media platea cual tía o mamá orgullosa.
La foto dio para hacer unas risas.
Esta semana los del Cuore también me han sacado, y recogiendo el Ondas, curiosamente. Y esta vez hasta ponen mi nombre, algo que no conseguí que dijeran en la gala, porque al parecer ni a la productora ni a la cadena se les había ocurrido darlo, al fin y al cabo sólo soy el creador de la serie, qué podía importar.
Si ya antes me reía con el Cuore, ahora soy fan. Eso sí es periodismo de investigación: Supieron averiguar mi nombre a pesar de que los demás lo omitieran.

Decepción

Me aburren las personas que siempre le echan la culpa a los otros de lo poco que las quieren, o de lo mucho que las querían y luego nada de nada. Los que siempre se sienten decepcionados, porque piensan que se lo merecen todo, o de los que se sienten defraudados porque de todo lo prometido la mitad o nada de nada. Siempre pienso, ¿tan estupendos se ven, tan bien lo han hecho como para ahora lamentar no recibir lo que esperaban?
Pues bien, como a todo cerdo le llega su San Martín ( y sobre todo ahora en noviembre) yo me uno ahora a las filas de los decepcionados.
Y no estoy hablando de amor. Sólo de trabajo.
Tengo la sensación, casi la certeza, de que el lunes empiezo de cero. Con otra gente, en otro lado, para recuperar la ilusión. ¿Por qué seré tan sentimental, por qué sentiré que cuando algo se rompe ya no sé cómo pegarlo?

martes, 3 de noviembre de 2009

Aprendizaje


La madre de Guille había encendido una vela blanca, mis amigos me animaban y me daban consejos y ánimos. Y todos, todos, compartían conmigo sus suspensos: "Yo aprobé a la tercera, yo a la segunda, yo a la sexta..." Pero a cada nuevo suspenso yo me iba desanimando más y viéndolo cada vez más difícil. Y más lejana la posibilidad de aprobar. Si no tiré la toalla fue sin duda gracias a Mario, mi profesor. Él ha tenido la mayor paciencia del mundo, y siempre sabía cómo animarme, alentarme, como convencerme para que siguiera. Mario ayer se superó así mismo, y para convencerme de que pusiera la quinta me dijo: ¿Qué, y esa gran olvidada qué? ¿no la vas a poner nunca? Pobre marcha... " Y yo le contesté: "Está olvidada porque no sirve de mucho, no es muy útil, se puede vivir sin ella" Y entonces, él, rápido e inteligente como es, replicó: ¿Y la belleza qué? ¿Acaso es útil la belleza? ¿puedes vivir sin belleza?" Y ahí me ganó. Desde ayer, la quinta marcha es la marcha de la belleza.

Os parecerá una tontería, pero que un profesor sepa hablarle a cada alumno de manera diferente y tenga la clave para acceder a él, eso es impagable. Y os puedo asegurar que tal como está el mundo de la enseñanza y sobre todo de la enseñanza de la conducción, topar con Mario ha sido un lujo. Un verdadero lujo. Yo con otro profesor, lo sé, hubiera tirado la toalla, porque no soporto a la gente maleducada, ya tengo una edad, ni que me hablen como si fuera estúpido, o que me espoleen como a un chaval de dieciocho años, lo siento, pero ya no sirvo para eso. Salto, estallo, no aprendo. Y Mario desde el principio supo verlo y adaptarse a mi manera de ser, para que yo no lo mandara todo a la mierda. Eso es un profesor.

En estos cientos de horas de clase juntos en el coche, no han sido 5 horas con Mario, como en la obra de teatro, han sido al menos 150 horas con Mario, hemos vivido todo tipo de momentos, él sabe de mi vida, yo sé de la suya, me ha aconsejado sobre la conducción, y sobre muchas otras cosas. Y yo creo que él también habrá aprendido alguna cosa de mí. Espero, al menos. Las veces que creía que no podía aprobar pensaba, bueno, al menos he conocido a Mario. Sólo por eso ha merecido la pena. Sólo por compartir su entusiasmo por la vida, su manera de enfrentarse a los problemas, sólo por eso ya ha valido la pena. Y se lo decía a él y me contestaba, "eso son chorradas, macho, tú tienes que aprobar y ya está"

En uno de esos días que yo estaba desanimado, le dije, "Si es que soy muy torpe, Mario" y él me contestó: "No eres torpe, lo que pasa que tienes miedo y tienes 37 años" Y entonces yo le miré y le dije: "Casi prefería ser torpe, la verdad". Y ahí los dos estallamos a reir.

Podría estar contando anécdotas de estas sin parar. Pero no voy a aburriros. Mis amigos más cercanos saben lo que he sufrido y que ha habido momentos muy duros. Una cosa tan tonta como el carnet de conducir casi puede conmigo. Pero como decía Mario, "es que no se trata sólo del carnet, te estás probando a ti mismo y cada suspenso es una derrota y cada vez que lo haces mal te estás juzgando muy duramente. Esa es la dureza del aprendizaje. Porque es un lucha constante con tu autoestima" Y sí, así es. El aprendizaje es duro, y sobre todo a ciertas edades y sobre todo cuando estás acostumbrado a aprenderlo todo rápido y sin demasiado esfuerzo.

Esta L me ha costado sudor y casi casi lágrimas. Por eso ahora la disfruto tanto.

Esta temporada que he me he enganchado a Fama, de repente entendía perfectamente a los alumnos, cuando se venían abajo, y cuando los profesores les decían: confianza, es cuestión de confianza. Humildad y confianza. Mario me decía exactamente lo mismo. Porque cada vez que te caes, que te desanimas, qué duro es levantarse. Pero no queda otra y hay que hacerlo. Con humildad y recuperando la confianza. Casi nada.

Sé que ahora empieza lo duro. Es decir, atreverme a conducir sin un profesor al lado. Pero lo bueno de haber aprobado a la cuarta y lo bueno de llevar tantas horas de prácticas, es que ahora, sé conducir. ¡Y que voy a estar una semana celebrándolo!

Estoy por hacerme una camiseta con esa L.

martes, 27 de octubre de 2009

After

Ayer vi After, y no dejo de pensar en ella. Es sin duda una de las películas del año. Valiente, dramática, intensa, rodada con una maestría y un pulso apabullante, y con tres actores en estado de gracia. Con una visión de la vida muy deprimente que yo no acabo de compartir, pero que entiendo perfectamente. El guión va hasta lo más extremo, y la historia se construye a base de detalles, a veces intensos, a veces sutiles, a veces cargados de tensión y otras de lirismo. Y hacía mucho que no veía un dibujo de personajes así. Envidia malsana que tengo. Los tres protagonistas están sublimes, en serio. Y Blanca Romero guapísima, creíble, salvaje, si no la nominan al Goya yo ya no entenderé nada. Hay un momento de la peli donde pone firme a un perro, y acojona. Yo desde ayer ya amenazo a Mazinger de esta manera: ¡O te portas bien o te traigo a la Romero!

lunes, 26 de octubre de 2009

De la semana en NY

Sé que estoy un poco plasta con los post de NY. Este será el último, lo prometo. Y por eso he decidido colgar el videoclip que acabamos de montar ayer Miguel y yo. Lo grabamos durante nuestra semana neoyorkina y para haberlo hecho mientras turisteábamos yo creo que nos ha quedado bastante apañao. La canción es de Miguel y está producida por Joaquín. Sonará en el capítulo de Física o Química de esta semana. De ahí que nos hayamos dado prisa en acabarlo porque queríamos que lo pudierais ver durante estos días.
Mientras lo grabábamos yo bromeaba con Miguel diciéndole que nos iba a quedar muy Marisol en Río, todo planos de la ciudad y él cantando en cada rincón de Manhattan. Pero yo creo que al final se parece más a un capítulo de Anatomía de Grey (la clave del parecido nos la dio Guille y nosotros nos inflamos de orgullo al oírlo) que a una peli de Marisol. Y eso es sobre todo mérito de la canción.
A ver qué os parece.

http://www.youtube.com/watch?v=YuJvUELBBH0

viernes, 23 de octubre de 2009

Ejerciendo el cosmopolitismo


Miguel, mi partenaire de viaje, (qué gran semana, y en inmejorable compañía) me ve con buenos ojos y me sacó esta foto en la que no sobra ni un taxi amarillo. Y en la que yo parezco casi cosmopolita.

Anthony


Yo a Anthony le llamo Anzoni. En realidad esa th se pronuncia más o menos como una t que se escupe. ¿Pero cómo voy yo a escupir una letra del nombre de Anthony? Porque después de haberlo maldecido, perseguido, añorado, querido, ahí seguimos, encontrándonos y rencontrándonos por distintas ciudades y distintos países. Prometí ir a verlo a París, pero al final no pudo ser. Y de ahí que yo haya vuelto NY, esa ciudad en la que la última vez nevaba y yo lloraba Broadway pa abajo y Broadway pa arriba. También hubo primavera y sol. No todo fueron calamidades y no todo fue aprender y desaprender inglés. Nueva York y yo somos mucho más que eso, señora. Y NY y Anthony ni te cuento.
Anthony pronuncia mi nombre y el de todos sus amigos españoles con un acento español perfecto. El cabrón es bilingue y en proceso de ser políglota de cuatro idiomas. Su hermana, cuando él habla de alguno de nosotros y pronuncia nuestros nombres en perfecto idioma extranjero (para su hermana, claro), se mosquea. ¿Cómo que Carlos, será Caahlos? Y Anthony le explica que no, porque igual que se enorgullece de tener amigos que no escupen su t, también se enorgullece de llamarlos por su verdadero nombre. Aprendió español en España, aunque ahora tiene un ligero acento mejicano, debido a su familia mejicana, con la que se reencontró cuando aprendió su idioma. Siempre nos reimos de él por ese acentillo pendejo, pero yo me enorgullezco de que haya aprendido un idioma para rencontrarse con su familia y su mitad latinoamericana. Y para que él y yo podamos entendernos en dos idiomas. Aunque pasen meses sin contacto entre nosotros, sólo necesitamos dos minutos para volver a estar donde lo habíamos dejado. En inglés y en español. Y ahora ya sin nieve que nos separe.

Paseando por las calles


Paseando por las calles también te puedes encontrar en el barrio de Meatpacking un cartel como el de la foto. Estuve en Los Angeles cuando Obama ganó las elecciones y unos días después de que le dieran el Nobel de la paz, yo encuentro este cartel irónico en NY.

Efecto óptico NY


Paseando por las calles de NY te encuentras con edificios y camiones, y a veces los edificios y los camiones provocan este efecto. Tuve que hacerle una fotografía. El puente de Brooklyn se convierte en la escalera de incendios.

martes, 20 de octubre de 2009

Halloween


Hizo un tiempo de perros, un tiempo de Halloween. Frío, lluvia, oscuridad. Pero a pesar de ello lo disfrutamos y lo celebrammos como si de Halloween se tratara. Al mal tiempo buena cara, y ante la muerte, halloween. Toda la ciudad estaba decorada como en la foto. Los neoyorkinos son excesivos para todo, en febrero están todo el mes a vueltas con los corazones de enamorados, en diciembre con la navidad de una manera enloquecedora, y en octubre, halloween. Quizás sea el mejor motivo para inundar la ciudad, o al menos el más curioso, todo lleno de telarañas, calaveras, zombies y vampiros. Y calabazas, muchas calabazas. Y tan sonrientes como estuvimos nosotros toda la semana.

Objetos


En la planta dedicada al diseño del MOMA en NY, hay varios objetos de diseñadores españoles, y también el típico mechero de toda la vida, que resulta que se creó en 1972, el año que nací yo, o sea que no es de toda la vida, pero sí de toda mi vida. Yo, que no soy de museos, me canso enseguida de recorrer plantas admirando cuadros, reconozco que siento cierta debilidad por el MOMA, tal vez simplemente por el snobismo de que está en Ny, por la arquitectura del edificio y las vistas a la ciudad,o tal vez porque eleva a categoría de arte objetos cotidianos como un mechero. Eso es algo que comparto a pies juntillas. Hay objetos que son tan perfectos en su diseño que hacen del mundo un lugar más bonito. Y hay objetos que nunca me canso de mirar y que atesoro cual gollum codicioso. Pienso en mi ipod, en mi camara canon, en un abrigo de Sixley que me compré hace un par de años, en mis zapatillas nike rojas, nunca tuve unas zapatillas tan bonitas, en unas cuantas figurillas de plastico que adornan mi estantería, y en esta de la foto, la ultima adquisición de NY. Un zombie como tantos que adornaban los escaparates de la ciudad que durante un mes celebra la fiesta de Halloween. Desde ayer está aquí, acompañandome mientras escribo. No sé si alguna vez formará parte de la colección del Moma, pero ya forma parte de mi colección de objetos preciados.

jueves, 8 de octubre de 2009

Estreno


Sentado en la butaca de la sala 25 de los cines Kinepolis, aguardando a que proyectaran Agora, y con la sala abarrotada de celebridades, políticos, gente del cine, de la tele, de la literatura (de Vargas Llosa me separaban dos butacas, tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no abordarlo cual fan histérico), de la música, algún que otro aristócrata, deportista… no pude evitar pensar lo que pienso siempre en cada estreno de Alejandro, qué capullo, lo ha vuelto a hacer. Otra vez ha conseguido que el estreno de su peli sea el evento del año. Y entonces sin querer, no soy yo muy dado a mirar atrás, vuelvo a recordar esos días en la facultad, donde un canijo Alejandro siempre decía: yo voy a ser director de cine, yo voy a ser director de cine. Y voy a ganar un oscar y… Y todos que sí, hombre que sí. Pues hala, 18 años después asistimos al estreno multitudinario de su quinta película y es verdad, el canijo ha ganado un oscar.

A fuerza de verlo a diario, o casi, y a fuerza de compartir 15 años piso con él, se me olvida que Alejandro es ese director capaz de manejar un presupuesto de 50 millones de euros sin inmutarse, sin que le tiemblen las piernas. Me acuerdo (ya os he dicho que me he puesto nostálgico, lo siento) de la visita que hice al plató de Los otros, cuando estaban levantando el decorado y yo, muy impresionado por ese despliegue de medios, le dije: ¿oye, a ti no te acojona que todo esto se haya montado porque tú un día escribiste algo así como: casa palaciega, interior día? Y el me miró y me contestó con un escueto: Ah, pues no. Qué le iba a acojonar, él estaba demasiado absorto ultimando detalles como para perder el tiempo en miedos absurdos.

El año pasado cuando fui a Malta a visitarlo antes del rodaje y vi los decorados, esta vez no era una casa lo que estaban construyendo, ¡era Alejandría! , le repetí la misma pregunta: ¿No estás acojonado? Me volvió a decir que no. Y yo pensé, en el próximo rodaje ya no se lo pregunto, que parezco imbécil. Aunque después confesaría que el primer día de rodaje con miles de extras, le temblaron un poco las piernas. Un poco. Vamos, lo mismo que a mí cuando un semáforo se pone en rojo y no sé si me dará tiempo a frenar.


Veo la película por cuarta vez. Y en cada visionado es distinta. Y me doy cuenta de repente de algo que estaba ahí delante de mis ojos y que no había visto aún. Alejandro es como Hipatia, tiene la misma determinación, la misma capacidad de ver las cosas desde otro punto de vista, la misma capacidad de trabajo (tan abrumadora que yo a veces me cansaba sólo de verlo trabajar) el mismo tesón, y ese talento que hace que mirando las estrellas, donde los demás sólo vemos puntitos luminosos, él descubra que la tierra gira alrededor del sol.

Ahora arreciarán las críticas, los fundamentalistas se escandalizarán, los más reaccionarios también, los pedantes dirán que esto o que lo otro, pero yo sabré y casi todos también, que Agora es la prueba de que Alejandro es uno de los tipos más superdotados no sólo de nuestra limitada industria cinematográfica, sino del cine en general. Porque en ese cuerpo tan canijo, aunque ahora fibrado y definido, como decía Gregorio Belinchón en la entrevista que le hizo el otro día, cabe todo el valor del mundo para asumir un nuevo salto mortal en cada película. Y sin que le tiemblen las piernas. Agora es la evidencia.

domingo, 4 de octubre de 2009

Gente con perro

Salgo ayer de casa por la tarde para comprar el último regalo para la fiesta de cumpleaños de Jesús, Antonio, Luis y Cintia que celebrarán esa noche, y en la calle San Vicente Ferrer me encuentro con Nani y Shaila que van a arrastrando a un perro enorme y con pinta de fiero. Ellos tienen a Hulk, un perro por el que Mazinger siente devoción y que es un santo bendito, le aguanta a Mazinger lo inaguantable. (Atención a los nombres de nuestros perros, somos una generación marcada por la tele, los comics manga y marvel) Este perro que arrastran no es Hulk, es otro. Me fijo y me doy cuenta de que es uno de los perros de un chico ruso, un mendigo que duerme desde hace un mes en la plaza. Shaila me cuenta que la policía lo detuvo anoche, que está en la cárcel, al parecer le pidieron los papeles y al hombre no se le ocurrió otra cosa que liarse a puñetazos. Los perros se han quedado a cargo de otros amigos mendigos, pero estos mendigos piden de 4 a 10 por los semáforos y no se pueden hacer cargo de él. A mí eso de que tengan un horario tan fijado para pedir, me llama la atención. Y que no se puedan llevar al perro a pedir con ellos también. El animal se niega a caminar, (Shaila le ha tenido que poner un bozal porque empezaba a gruñirle demasiado) y Nani lo arrastra con paciencia y con un señuelo de carne para que vaya siguiéndole. Yo tengo miedo de que aún con el bozal le salte al cuello, porque el bicho asusta un rato. A pesar de su mal aspecto, Nani y Shaila se harán cargo de él hasta la noche.
Yo me despido y al alejarme no puedo evitar pensar que mientras haya gente como ellos, el cambio climático, las guerras, el hambre, la codicia, el odio, el pesimismo, las pandemias, los capullos, los tiranos, no podrán con nosotros.
A lo mejor es simplemente por eso por lo que la humanidad aún no se ha extinguido, porque hay buena gente que es capaz de cuidar de perros fieros cuando sus dueños están presos.

Agora

Por si os lo perdisteis ayer en Informe Semanal:

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20091003/agora-alejandro-amenabar-pelicula-espanola-mayor-presupuesto/598621.shtml

Mercedes Sosa

Busco en el spoty sus canciones, abro los seis balcones de mi casa, pongo a todo volumen los altavoces de mi mac, y su voz suena atronadora. Despierta Malasaña, que Mercedes ha muerto.
Bon voyage.
Y que siempre vuelvas a los mismos sitios donde amaste la vida.

Madrid

Paseo con Mazinger por la calle Churruca, Apodaca, la plaza de Barceló, Fuencarral… Es domingo por la mañana, las calles están recién regadas, y es uno de esos días luminosos y de temperatura perfecta de Madrid. Uno de esos días de otoño benigno. Apenas hay gente por la calle, sólo algunos dueños con sus perros, algún padre con sus hijos, otros que pasean con el pan y el periódico debajo del brazo y veo a un par de trasnochadores que intentan disimular que salen del último garito y que llevan mil copas en el cuerpo. De repente en Bilbao me topo con miles de ciclistas, padres con sus niños, jóvenes, adultos, que disfrutan de las calles cortadas para intentar olvidar tal vez que a Madrid no le han dado las olimpiadas. O que a pesar de que no se las hayan dado, Madrid sigue siendo Madrid. Y que en mañanas como esta uno no le tiene envidia a Río. Y eso que Río es Ipanema y Copacabana, Río es la vida en la playa, donde se juega, se come, se entrena, Río es la alegría de los cuerpos, los zumos de frutas tropicales recién exprimidos en cada esquina, la vegetación exuberante que se cuela hasta en el asfalto y llega hasta la arena, la geografía caprichosa con esas montañas entre nubes, la laguna en medio de la ciudad, los paseos en bici (¿Te acuerdas, Anthony, lo acojonado que iba yo por esas calles?), la feijoada… (Qué manera de comer, ¿eh, Darío?) ¿Cómo no le iban a dar las olimpiadas a Río De Janeiro? Pero hoy, esta mañana, a pesar de que sólo tengamos la Puerta de Alcalá, el Palacio Real, cuatro rascacielos, un Manzanares que más que un río es un proyecto, y también obras, atascos, zanjas y andamios, hoy, reivindico el terruño, y los domingos al sol de Madrid. Mi ciudad desde hace 19 años ya. Mi ciudad sin olimpiadas.

jueves, 1 de octubre de 2009

Escribir

Me encuentro con un amigo que está escribiendo su segunda novela y me dice, oye, ¿a ti escribir no te parece un horror? ¿un trabajo de la leche? Yo sonrío y le digo que sí, que a veces, pero que otras mola un huevo. Y él me continúa diciendo, “no, si a mi crear la historia en mi cabeza me encanta, que todo vaya encajando, ver cómo son los personajes y cómo van evolucionando, pero lo terrible es ponerse a escribir” Yo me río. Cuánta razón tiene, pienso. Y me acuerdo de Truman Capote y de su última novela inacabada, y de que a todo el mundo le decía que la tenía escrita en su cabeza, que sólo tenía que pasarla a papel. Y nunca terminó de “pasarla a papel”. Y también me acuerdo de otros escritores, que se refugiaron en conventos, o en islas o pueblos remotos, para aislarse y escribir. Y otro, creo que el genial Vargas Llosa que decía que le apasionaba Madrid pero no podría vivir aquí porque había siempre mil distracciones y mil excusas para no ponerse a escribir.
Hay días en que cuesta muchísimo ponerse, es verdad. Pero el truco es hacerlo. Todos los días, sin excusas de que te duele la cabeza, de que tienes otras cosas más importantes, de que un amigo está en el hospital (yo he llegado a visitar amigos al hospital que hacía años que no veía, sólo por retrasar el momento. Exagero, exagero, pero es para que pilléis la idea), etc. El momento más crítico es cuando por las mañanas te sientas a escribir y después de tu ritual de meterte en Internet en las páginas que te gustan, revisar el correo, saludar a un par de amigos en línea,desayunar por segunda vez, no puedes retrasarlo más y toca ponerse. Y de repente sientes que tu cerebro está vacío, yermo de ideas. Y dices, ni de coña, de aquí hoy no sale nada. Mejor me inspiro leyendo un rato, o viendo un capítulo de algo. No, error, si haces eso, ya has perdido parte del día o el día entero. Tienes que ponerte, aunque en tu cabeza no haya nada. Aunque te duela, o aunque las palabras se escapen de tus dedos y no atines con las teclas. Tienes que ponerte. No queda otra. Sólo así se escribe.
Yo gracias a ese método, el método de ponte aunque no haya nada, llevo ya 190 páginas de la novela. Como a veces incumplo el método, no llevo las 230 que tenía pensado haber escrito ya por estas fechas, pero tampoco me voy a castigar porque nunca había llegado tan lejos.
Hoy, ya lo podréis intuir, es uno de esos días en que parece que en le cerebro no hay nada, y por eso me he entretenido escribiendo esta entrada en el blog. Pero hoy no voy a rendirme, porque yo llego a NY con más de 200 páginas escritas como que me llamo Carlos.
Y sí, también estaréis pensando, de qué sirve la cantidad si no ha hablado de la calidad. Bueno, he de deciros que cuando empecéis a leerla no pararéis hasta el final. Y ese era el objetivo. Que los críticos luego me pongan a caldo. Con Física... ya me he curtido. (Gran capítulo el de ayer, por cierto. ¿Por qué nunca dicen nada esos críticos cuando un capítulo queda así de redondo? Ay...)

viernes, 25 de septiembre de 2009

Análisis frívolo político

Hoy leía una entrevista a Woody Allen en la que decía que "La política no es más que una expresión del vacío de la existencia humana, del miedo a no saber qué hacer con una vida que, además, pasa en un suspiro y se acaba antes de que te des cuenta. Si supiésemos con certeza que existe un Dios o tuviésemos claro cuál es el sentido de la vida, muchas de las cuestiones que alteran el día a día político desaparecerían. Por eso no me interesa el cine político"

Yo debería hacer caso al maestro y no meterme en temas de política, la última vez que lo hice además, un amigo, el único amigo americano republicano que tengo, se molestó bastante, el pobre, y no le faltaba razón. Yo hoy quería escribir una cosa chulísima sobre mi aprobado del carnet de conducir, pero como he vuelto a suspender (?!!$?&!!!$$) tendré que dejarlo para mejor ocasión. (Explicación del paréntesis: los interrogantes, son lo absurdo que me siento, las exclamaciones, lo enfadado que estoy, el signo del dolar el dinero que llevo gastado, como pa cuatro o cinco años de taxi y cogiéndolo mucho, y el símbolito & simplemente porque quedaba mono)

Así que sé que esto que voy a decir puede ser otra provocación, sin proponérmelo, eso sí. Pero no puedo dejar de comentar la gran foto de la familia Zapatero con los Obama. A mí, qué queréis que os diga, tener un presidente que deja que sus hijas sean como quieren ser y que él y su mujer las dejen vestir como les venga en gana, me parece maravilloso. No entro a discutir si esas imágenes se deben distribuir o no, si han llevado en secreto el viaje de las hijas y no deberían haberlo hecho, blabla... De eso que hablen los que saben. Yo sólo sé que estoy encantado de haberla visto. Me ha alegrado el día. La foto y el maravilloso artículo de Juan José Millás de hoy de El País.(Bueno y un par de postales que he recibido, pero eso me lo guardo para mí) Foto y artículo creo que me tendrán votando a ZP de por vida. Qué le vamos a hacer. Seré un frívolo, pero a veces hay imágenes que definen tan bien a las personas, que no necesito mucho más para ponerme de nuevo del lado ZP.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Bruce Weber

Concha Buika canta de manera desgarrada una versión de Luz de Luna a Bibiana Fernández. “Porque desde que me dejaste, Bibiana mía, no he tenido, luz de luna” Bruce Weber dispara su cámara, o mejor sus cámaras, inmortalizando el momento. Durante toda la fiesta Bruce no parará de hacer fotos. Yo me he situado justo detrás de él para no perder detalle. Él se sienta en una butaca, y a veces en el suelo. A su lado, una guapísima Penélope Cruz le va traduciendo parte de las canciones. Antes Concha Buika se ha arrancado con una versión muy libre de Volver y Penélope le explica a Bruce, o eso supongo, porque no oigo nada a pesar de tenerlos al lado, que esa fue la canción de la peli de Pedro por la que a ella la nominaron al oscar. Bruce lleva cinco asistentes con él, que a un imperceptible gesto del fotógrafo, le quitan la cámara del cuello y le ponen otra. Es casi una danza coreografiada. Mientras un ayudante hace esto, otro quita el carrete, (trabaja con negativo 6x6, nada de digital, como mi padre) otro cambia el objetivo, y el cuarto guarda el carrete en una gran maleta donde solo hay eso, carretes. Eduardo Noriega desde el otro lado del corrillo que hemos formado para escuchar a Buika me sonríe y me señala a Bruce y a sus ayudantes. “Es increíble como están de sincronizados”, me dice. Con los camareros, y el propio fotógrafo, los ayudantes serán los que más trabajarán durante esa noche, el sudor en sus rostros y que no pierdan ni un minuto la concentración delata el nivel de estrés de su trabajo. Están siempre pendientes de la estrella, o sea de Bruce. Y al igual que sus ayudantes todos los invitados también estamos pendientes del fotógrafo. Pedro Almodóvar, micrófono en mano, lo ha presentado, por si alguien no lo conocía, como a uno de los grandes fotógrafos del mundo. Tal vez exagera pero es verdad que como fotógrafo de publicidad es un icono. No se puede entender la fotografía de la década de los 80 y de los 90 sin hacer referencia a él. Yo, que lo admiro desde hace mucho, siempre bromeo diciendo que de no haber sido guionista me hubiera gustado ser él, pero ahora que lo veo trabajar cambio de opinión al instante. Está completamente obsesionado con el trabajo. No ha parado ni un segundo de disparar fotos. El comentario malvado de la noche y que escucho por todos lados es este: “No es que sea buen fotógrafo, es que con todas las que hace alguna le tiene que quedar bien”

Una de las chicas de El Deseo, me cuenta que Bruce está en la fiesta en calidad de amigo y para hacer un reportaje para Vogue Francia. Así es como me entero de que la fiesta además de para celebrar el cumpleaños de Almodóvar es también en su honor. Las dos estrellas de la noche son Pedro y él. Y todo parece girar en torno a ellos. Rosario y Lolita se arrancan a cantar y a bailar, varios flamencos las secundan. Antonio Carmona las acompaña a la guitarra. Rossy de Palma y Loles León se animan con un baile. Bruce dispara fotos y más fotos. Esther García, la productora de Pedro, también taconea y mueve sus caderas y manos con gracia. Jorge Drexler y Leonor Watling sentados en el suelo baten palmas. . Boris les secunda, al igual que Quim Gutierrez y Asier Etxandía, que no para de repetirme, esto es un puto lujo. Y yo le doy la razón. Es lo bueno de Pedro Almodóvar, estando a su lado se viven momentos como este. Los 6 meses que trabajé para él estuvieron plagados de cosas así. Son momentos tan increíbles que te tienes que pellizcar para asegurarte de que tú estás entre los invitados y de que tienes el privilegio de vivirlos. Estoy deseando comprar el Vogue Francés para decirles a todos: aunque no me veáis yo estuve en esta fiesta. Bruce sigue fotografiando, hasta a mí me saca una foto. Y os puedo asegurar que soy lo menos exótico de la fiesta y sin duda uno de los pocos que no es famoso. No soy ni Alejo Sauras, ni Cayetana, ni Elena Anaya, ni Veronica Echegui, ni Daniel Sanchez Arévalo, ni Pepón Nieto, ni David Delfin, ni Alaska, ni la Benarroch, ni Carmen Machi, ni Anabel Alonso… Todos ellos y más están en el cumpleaños. Veo al presentador de Sé lo que hicisteis y me entran ganas de acercarme a él para contarle un cotilleo, hace un rato, Bruce, mientras fotografiaba a una maquilladísima y guapísima Patricia Conde, le ha preguntado a una de sus ayudantes, que habla español, ¿esta también es un travesti? La noche sigue, más copas, más cante, más baile… Bárbara me cuenta que Pedro y toda la troupe estarán en Nueva York la semana que voy yo, y que estaremos sólo a tres manzanas de distancia, así que nos intercambiamos teléfonos para quedar. Yo me retiro a una hora prudente. Y en el taxi pienso que de mayor no quiero ser Bruce Weber, pero que no me importaría vestir como él, con su barba blanca, su pañuelo en la cabeza, su americana negra de la que sobresale una especie de fular rosa, y sus kilos de más. Bruce parece un Papa Noel disfrazado de arquitecto neoyorkino. Y eso no sé por qué se me antoja una buena manera de vestirse a los 60. También pienso en el taxi que he cumplido con mi objetivo, no me he convertido en un fan histérico y no le he pedido a nadie que nos sacara una foto a él y a mi con el móvil. Aunque me he quedado con las ganas.

martes, 15 de septiembre de 2009

El final del verano llegó y tú...

..y tú estás en Londres. Y cuando llegues yo me iré a Nueva York. Con esto Mecano haría una canción.
El final del verano llegó y el jaleo de las terrazas, la alegría de los que tomaban cañas, la odiosa trompeta y el odioso acordeón que se colaban por mis ventanas de climalit, dejan paso a los llantos de los niños en su primer día de colegio. Hoy a las 11 de la mañana he visto como una abuela arrastraba literalmente a una niña de unos cuatro años que parecía que la estuvieran llevando al paredón. Qué chillidos, pobre.
Y esta noche volveré a colocar el edredón, porque esta mañana me desperté con frío. Halelujahh!! que cantaría Leonard Cohen.
Y llega el otoño y yo llevo 140 páginas escritas. Y aún no sé muy bien qué saldrá de todo eso.
Y llega el otoño y Fito publica nuevo album y yo lo compro en itunes y aquí estoy pensando en abrigarme mientras lo escucho.
Y llega el otoño, ¿y que me pongo esta noche? que Almodóvar cumple años y en un rato iré a celebrarlo a su fiesta. Bruce Weber, mi admirado Bruce Weber, el que inventó el deseo en blanco y negro, estará sacando fotos. Me tendré que morder las uñas para no comportarme como un fan histérico. ¿Sabré?
Mañana os cuento. Prometo no beber.
No beber demasiado. Que es otoño. Y ya no tengo la coartada del verano.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Canciones

"Ven pa ca, carlitos, que te voy a cantar una canción", y entonces Blanca Romero me susurra una canción al oído que acaba de componer, mientras nos tomamos una copa en La Sueca. Su voz tiene tanta fuerza como ella, y a la vez es igual de frágil. Una mezcla curiosa. La canción habla de desamor, qué bien habla esta mujer de desamor. Hay mujeres así, tienen esa capacidad de hacer creíble el dolor desde esa belleza insultante. Creo que hay pocas mujeres tan guapas como Blanca. De cerca y de lejos, con una cámara delante o sin ella. En La Sueca resplandece. Blanca es un volcán. Y tiene esa capacidad de sorprenderte siempre con algún exhabrupto. "Ay BlancaRomero (yo la llamo así, con nombre y apellido, sin respirar entre las dos palabras) te fuiste de Asturias, pero Asturias no se ha ido de ti, serás bruta" Y después de la canción hablamos de la vida, dos borrachos hablando de la vida, y del trabajo "Yo contigo donde tú me lleves, ¿eh?" Y yo le digo que sí, claro, que después del susto que me llevé cuando me dijeron que iba a ser la prota de mi serie, ahora el susto sería seguir sin ella. Y brindamos por eso, y luego me cuenta un cotilleo tan jugoso que me da pena no ser Mariñas, porque él lo contaría sin dudarlo y todos lo disfrutaríais tanto... Pero yo soy un señor y me lo quedo para mí.
Y luego Miguel y Joaquín me pasan a través del i phone la canción que compuso Miguel y ha producido Joaquín. Saldrá en el capítulo 6 de la nueva temporada de Física o química. No puedo dejar de escucharla. Me la cantó también una noche Miguel al oído mientras íbamos de un local a otro a tomar la siguiente. Y me sorprendió. Y yo le dije que se la pasara a Joaquín, que a lo mejor le gustaba para la serie. O fue él quien me lo pidió, no sé, da igual. Y Joaquín, generoso, vio el potencial y el resultado espero que lo podáis disfrutar pronto.
No es lo mismo como que te la susurren al oído, entre una copa y otra, pero no todos podéis estar en mi piel, caramba.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Mi camiseta de Obama

Yo soy tan pro Obama, que hasta tengo una camiseta con su nombre, que me compré en Los Angeles. Muchas veces me la pongo sin darme cuenta de que la llevo y algún que otro americano desconocido me saluda entusiasta al grito de Obama. Yo siempre tardo en reaccionar, y pienso, ¿por qué este hombre sabe que me gusta Obama? Hasta que caigo.
Jesús y Joaquín me trajeron un muñeco Obama cuando estuvieron en NY y yo ahora que volveré en un mes a la capital del mundo, seguro que también arramblo con algo que lleve su nombre, una taza, una foto, un seguro médico. Me estoy leyendo uno de sus libros también. Sabe escribir. A mi este hombre aún no me ha decepcionado. Ayer en su discurso ante las dos cámaras dijo que EEUU era la única democracia del mundo sin cobertura universal. Y se ve que a la mitad de los americanos les da lo mismo. Las aseguradoras privadas se han gastado ya más de 300 millones de euros en desacreditar las palabras de Obama y su proyecto de reforma. 300 millones. Los más rancios y conservadores han basado toda la campaña de oposición a la reforma diciendo barbaridades como que favorecía la eutanasia entre los ancianos y que habría comités de médicos que decidirían quién tenía que vivir y quién tenía que morir. Esos mismos republicanos parecen olvidar que eso es exactamente lo que lleva pasando mucho tiempo en ese país, porque las aseguradoras privadas son las que todos los días deciden no correr con más gastos de algunos de sus pacientes, alegando que ciertas enfermedades no las cubre el seguro, ya que sus tratamientos son carísimos, y dejan a sus asegurados sin cobertura, o sea, con un pie en la tumba. Y después dicen que los que favorecen la eutanasia son los demócratas. En la primera potencia mundial, miles de personas después de estar pagando durante toda su vida seguros médicos carísimos, son desatendidas por las propias aseguradoras que no quieren reducir ni un ápice sus beneficios. Obama y su gobierno quieren acabar con ello. Llevan meses siendo insultados.
Yo mientras seguiré llevando su camiseta.

martes, 8 de septiembre de 2009

El defensor del menor

El señor defensor del menor de la comunidad de Madrid se ha metido a crítico de televisión. Y no ha tenido ningún reparo en calificar a nuestra serie, Física o química de bazofia. Se ha quedado tan ancho. Y cree que la serie, con su falta de valores, ha influido en el altercado de Pozuelo. A mí esto me ha parecido tan desproporcionado y ridículo como culpar al movimiento de caderas de Elvis Presley de las revueltas estudiantiles de los 60, la verdad. Como símbolo puede quedar apañado, pero como consecuencia directa, ay, que risa, maria luisa. Me encantan señores como este que enseguida dicen que nuestra serie está falta de valores. ¿Y no será que está falta de alguno de los valores que a ellos les gustaría que tuviera y sin embargo posee otros que a ellos no les interesa ver? Yo valoro la tolerancia, valoro la libertad, valoro el riesgo, valoro la diferencia, valoro el compromiso, valoro la alegría, valoro la duda, no me manejo bien entre certezas, qué le vamos a hacer, valoro el respeto, valoro el hedonismo, valoro el sexo, valoro la amistad, valoro el trabajo y también valoro la vida. Y todos esos valores están reflejados en la serie. Pero algunos, como el defensor del menor, echan de menos otros valores, la familia, la religión, el esfuerzo, el estudio. Yo no desprecio ninguno de esos valores, he sido educado en todos ellos ¿pero me convierto en bazofia si no los menciono o hago hincapié en ellos? Curioso.
Si ese señor desde un cargo público considera que mi serie es bazofia y no tiene ningún reparo en decirlo, repito, desde un cargo público, creo que no tengo ningún problema en no compartir alguno de sus valores. Y espero que esos menores, que él dice defender, pero desconoce en gran medida, se acerquen más a mis valores que a los suyos.
Y creo que he escrito toda esta entrada sin insultarle y sin llamarle bazofia.
Sé hacerlo, será cosa de valores.

lunes, 31 de agosto de 2009

Show time

A veces cuando me atasco en una secuencia o en un capítulo, me pongo a ver algún capítulo de cualquier serie, eso me distrae, me relaja y muchas veces encuentro la inspiración que me faltaba para salir del atolladero.
Esta mañana lo he hecho con un capítulo de una serie nueva de Show time, Nurse Jackie, en la que la protagonista es Edie Falco, la mujer del mafioso de Los Soprano. Como casi todos los productos Show time (la cadena que para mi gusto ya ha desbancado a HBO) este también es brillante. ¿Cómo se puede hacer una serie de hospitales que sea distinta y novedosa? Ellos lo consiguen. Y gracias sobre todo al dibujo del personaje de la enfermera Jackie, la prota. Cuando creíamos que el doctor House era insuperable, aquí llega Jackie.
Decididamente soy un hombre Show Time. ( Y de hecho todas las ideas que se me ocurren tendrían cabida en esa cadena, o al menos eso me gusta pensar. Yo no sería tan brillante, bien es verdad) Cada vez que veo un nuevo producto hecho por ellos pienso, ¿cuándo tendremos aquí una cadena que se atreva a ir tan lejos? ¿y por qué no he nacido allí, en Estados Unidos, cachis la mar? Lo feliz que sería trabajando en Show time.

domingo, 30 de agosto de 2009

Canciones

La gran Ana Milán colgaba ayer esto en su página de facebook:

Sal ahí Milàn, a defender el pan y la alegría. Sal ahí para que sepan que esta boca es mía... Esto me pasa desde que Sabina me habla en sueños...

A mí Sabina, que no me habla en sueños, más quisiera, sin embargo me habla en casi todas sus canciones. Y desde hace unos días hay una que no me puedo quitar de la cabeza:

Ustedes me han mirado
pedirle a ese bombón que me quisiera
no creen que era
pedirle demasiado.

viernes, 28 de agosto de 2009

Entrevista

Luis me ha hecho una entrevista muy cariñosa en soitu.es. Pongo el link sobre todo porque salgo guapo en la foto.
http://www.soitu.es/soitu/2009/08/27/actualidad/1251363291_627800.html

martes, 25 de agosto de 2009

Crónica del desamor

Hace 30 años ya que Rosa Montero (no es mi tía) publicó Crónica del desamor. Yo debí leerlo hace veintitantos. Supongo que me lo habría dejado mi tía Amalia (Montero), como casi todos los libros que leía entonces. Recuerdo que me marcó. Hace menos de una semana le dejé a Susana las 50 primeras páginas de la novela que por fin me he decidido a escribir. Ella, entusiasta como es, me confesó que de alguna manera le recordaba a la primera novela de Rosa Montero (ojalá). Ninguno nos acordábamos del título pero sí recordábamos mucho de lo que pasaba. A ella también le había marcado. El otro día estábamos unos cuantos amigos en la FNAC y de repente Susana se me acercó con un ejemplar de Crónica del desamor. ¡Esta es! La compré claro. En el prólogo Rosa Montero decía que no había querido reeditarla, porque le parecía la peor de sus novelas, pero que ahora que se cumplían 30 años y después de que mucha gente año tras año le preguntara por ella había por fin accedido a hacerlo. La estoy leyendo y aunque a mí no me recuerda nada a la novela que estoy empezando, (la mía es mucha más ligera, morbosa, tontuna y espero que optimista, y no con esa vocación generacional que tenía Crónica…) puedo entender perfectamente por qué me había impresionado en su momento. Eso sí, en 30 años, este país y nosotros, como cantaban Presuntos…, cómo hemos cambiado.

sábado, 22 de agosto de 2009

Naranja y mango

Las parejas del verano:
Naranja y mango: Acabo de descubrir que es una de las simbiosis más perfectas de dos frutas en un zumo. Probadlo.
Cloro y amigos: ¿Algo mejor que pasar algunas tardes de Agosto recorriendo las piscinas de Madrid? Ayer disfrutamos en la de la ciudad universitaria, unos días atrás la del hotel emperador, la semana anterior en casa de los abuelos de Miguel… Sigo pensando que no quiero morirme sin poder invitar a mis amigos a mi propia piscina.
Hendrich y pepino: El cóctel más fresco y caro del verano. Un lujo que uno se bebe descalzo tumbado en la piscina del Hotel Oscar, contemplando las mejores vistas de Madrid y al refugio del calor de un agosto que está siendo estupendo. O en el Olé Lola.
Kings y Weeds: Dos series antagónicas. Dos series estupendas.
Mazinger y el trabajo: Escribo, bajo a Mazinger, escribo, vuelvo a bajar a Mazinger. ¡Lo importante es que por fin estoy escribiendo! Sin parar.
Tú y yo: Aunque aún no lo sepas.

viernes, 31 de julio de 2009

Hay días

Hay días como el de ayer:
7:45: Después de dormir a trompicones, me levanto, me ducho, saco al perro. Desayuno a lo grande y me voy a Callao, donde me esperan Mario y tres alumnos más de la autoescuela. Los tres alumnos: Una chica rumana, un chico paquistaní con barba a lo Pakistán, y una española de treinta a la que le sobran si no treinta al menos 10 kilitos. El examen será a las 12 y media pero Mario quiere darnos a todos una última clase. Cortesía de él. Vamos que nos la regala. No es la primera.
11:00.: La chica española y la rumana hablan y hablan mientras yo al volante me olvido de señalar mis cambios de dirección. De repente la chica española le dice al pakistaní, uy, ¿tú no serás de esos que quieren que las mujeres lleven burka?. Ahí se arma la gorda. Menudo follón. Mario intercede para que la cosa no acabe en sangre. Yo mientras sigo sin utilizar los intermitentes. Eso sí, respeto escrupulosamente a los peatones. Ningún muerto. Ni fuera ni dentro del coche.
12:30: Ante un sol de justicia y a treinta y tantos grados esperamos media hora con otras decenas de alumnos nerviosos a que nuestro examinador venga a por nosotros. Estamos en un parking enorme. Podría ser el escenario de una película de terror, de tanta tensión como se masca en el ambiente. Somos casi los últimos en salir. Yo iré en el segundo turno. Soy el último en examinarme. La chica española nos ofrece a todos, incluido al pakistaní, valerianas. No tomamos, sólo toma ella. Será la única en aprobar.
13:20.El pakistaní no dura ni un asalto al volante. Casi se come un camión. Aunque él se pasará luego una hora diciendo que no fue así. Yo estaba allí y sí, casi se lo come.
13:21: Yo no estaba nervioso. Pero al arrancar me doy cuenta de que no he colocado el asiento y que voy encajado. Decido superar mi estupidez y seguir sin que me afecte demasiado el ir empotrado contra el parabrisas. Me mandan estacionar y aparco malamente. Pero aparco. Conduzco malamente, pero conduzco. Eso sí, no señalizo apenas. Suspenso.
14:00: Mario está más disgustado que nosotros. Dan ganas de consolarlo. Tranquilo, Mario, si queda septiembre. No pasa nada, venga, arriba esos ánimos. El pakistaní indignado porque no se comió el camión. El sigue insistiendo en que no. La rumana, la pobre, porque sí se comió un coche cuando estaba aparcando. Y la española intenta disimular su alegría, porque está feo estar de fiesta en un funeral. Así que yo decido no prolongar la agonía y me voy para casa sintiéndome un poco absurdo, pero bastante bien de ánimo. Mi suspenso es merecido aunque muy poco épico, apenas me da para contarlo y hacer unas risas.
15:20: Bajo a Mazinger. He quedado a las 15:30 en Tribunal, me van a recoger en coche para irnos a pasar la tarde a la piscina de los abuelos de Miguel. Es en Villaviciosa, así que recorreré una vez más el trayecto del examen. ¿Por décima vez hoy? Cuando esté de nuevo en el coche tendré la sensación de estar atrapado en el tiempo, y de que me llamo Bill Murray. Compro litros de cerveza, es lo único que me han pedido que lleve a la piscina, además del bañador, claro.
15:35: Estoy esperando a que vengan a por mí, cuando de repente alguien me toca un pezón. Es un hombre de mi edad, borracho. No lo conozco. No huele mal, no va mal vestido. Tiene acento del sur de España, Cádiz o Huelva, tal vez. Me dice: Tienes mucha suerte. ¿Sabes que tienes mucha suerte? Yo pienso en mi examen de conducir y me da ganas de decirle que hombre, suerte, lo que se dice suerte… Pero el hombre insiste. Ahora mira a Mazinger. Y le dice a él que también tiene mucha suerte. Que formamos una bonita estampa y que los dos somos afortunados por tenernos el uno al otro. Me explica que está borracho porque hace cuatro días enterró a alguien. ¿A quién? Pregunto. A su perro, a su sombra. “Me falta mi sombra.” “Llevo cuatro días borracho porque me falta mi sombra. Y no voy a llorar.” Esto me lo dice con lágrimas en los ojos, mientras insiste en la suerte que tengo. Se va, vuelve, repite lo de la suerte, pero ahora con más lágrimas. Me vuelve a tocar el pezón. Lo del pezón no lo acabo de entender. ¿Está intentando ligar conmigo entre lágrimas? ¿De luto? Yo ya le golpeo la mano para que deje mi pezón tranquilo. Y al menos deja de tocármelo, me repite, eso sí, que tenemos suerte Mazinger y yo, que los dos somos muy guapos. Sonrío entre estupefacto y sin saber cómo reaccionar. Cojo las botellas de litro, la correa de Mazinger y tiro de él. Lo despido efusivamente para que se dé por enterado. Cruzo en rojo el semáforo.
16:20: Llegamos a casa de los abuelos de Miguel. Paso una tarde en grande, rodeado de amigos y bañándonos en la piscina. Por primera vez me siento de vacaciones. Mazinger descubre lo que es una piscina. Lo tiramos dos veces al agua. Flipa. Descubrimos que eso de que todos los perros saben nadar es un mito. El mío no. Sergi es el más rápido en socorrerlo. Mazinger tose cual ahogado. Pero a pesar del susto se lo está pasando muy bien. Durante un rato no se acerca a la piscina. Luego se le olvida y vuelve. Aunque no se tira. Eso sí, mojado como está se revuelve por la tierra. Su pelo se llena de unas bolitas con pinchos que me pasaré media noche arrancándole.
21:15: Corro por San Bernardo con la lengua fuera. He quedado con Miguel y dos amigos más para ir a la cena a la que nos invita en el Thai Garden Mario Vaquerizo por su cumpleaños. Llego sin fuelle pero llego.
22:00: Bebo la primera cerveza. Mario está pletórico, rodeado de su gente. Yo apenas conozco a nadie. Saludo a Boris, me señalan a uno que se ha operado para parecerse a Michael Jackson. “Desde su muerte no ha levantado cabeza” Me dicen. Es clavadito a Michael Jackson. Veo a las chicas de Dover, cada vez más delgadas. Somos unas 70 personas, gente de la farándula, travestis, italianos bailarines, señoras de cierta edad, Bimba Bosé y David Delfín, más travestis, ¿o es la misma que se mueve mucho? Qué grupo más variopinto, pero que no puede definir mejor el carácter acogedor y sin prejuicios de Mario y Olvido. Voy al baño, justo en ese momento me llama mi padre para saber si he aprobado o no. Me da ánimos. A la próxima. A mi me entran ganas de contarle que he visto a un doble de Michael Jackson, pero no lo hago.
24:00: Cantamos el cumpleaños feliz. Yo ya llevo un pedo fino. Todos me cuentan las veces que suspendieron el práctico. Hasta los desconocidos me lo cuentan. Qué majos, pienso. Me llaman por teléfono. Es Miguel: Estamos en el Gris. Allá que me voy.
1:00: Pillo un taxi, es un taxista joven. Su segundo día en el taxi. Tengo que indicarle como llegar. Hablamos de mi examen. El aprobó a la cuarta. Yo borracho, pienso, qué majo, seguro que aprobó a la primera y me está consolando, aunque no necesito consuelo, sólo un café doble.
1:30. Risas en el Gris. Hago recuento de mi día. Y del tío que insistió en la suerte que tenía. Ahora me doy cuenta de que no le faltaba razón. Soy un hombre con suerte. Y con los dos pezones intactos.
3:00: Llego a casa. Espero encontrarme a Mazinger durmiendo como un tronco pero no. Está espídico, entonces supongo que es por culpa de las bolitas con pinchos que tiene por todo el pelo. Así que me pongo a quitárselas y me paso una hora tijera en mano trasquilándolo.
10:30: (De esta mañana) Me levanto y noto a Mazinger cambiado. ¿Qué le ha pasado en el pelo? Entonces me acuerdo de cómo llegué a casa…

lunes, 27 de julio de 2009

Tardes de domingo

Algún que otro domingo solemos quedar en casa de Alejandro para ver una peli en su super pantalla. Ayer me llevé la cámara y atrapé este momento. La luz y la composición me recuerdan a esas series de tv que tanto me gustaban de adolescente, en la que treitañeros disfrutaban de la amistad y de momentos de ocio en un entorno estupendo. Entonces me preguntaba si yo algún día viviría una vida como esas.
Que sirva la foto de respuesta.
(Ah, si pincháis sobre la foto, la veréis en toda su calidad)

miércoles, 22 de julio de 2009

Probando

Hoy he utilizado mi cámara en su función de vídeo. Aún no controlo el programa de edición, pero con una música adecuada, los chicos de Air, me ha quedado esto muy Sofía Copolla.

domingo, 19 de julio de 2009

El síndrome de Venecia

Todos conocemos en qué consiste el síndrome de Estocolmo. Se produce cuando un rehén o un secuestrado acaba desarrollando algún tipo de sentimiento afectivo por su secuestrador. Porque por muy perverso que pueda parecer el secuestrador es su conexión con el mundo, su cordón umbilical, el proveedor de alimentos, y aunque lo tenga retenido contra su voluntad de alguna manera se preocupa por él, lo mantiene con vida. El secuestrado así acaba creyendo que de el carcelero es su salvador. Y de ahí al amor hay un paso.
Bien, hablemos de otro síndrome, que me acabo de inventar, el síndrome del profesor de autoescuela. Como el nombre es muy poco glamuroso he decidido cambiarlo por el de una ciudad europea. Mi autoescuela se llama Venecia, así que a partir de ahora lo bautizo así, el síndrome de Venecia. ¿En qué consiste? Es similar al del Estocolmo, pero menos truculento. Mario, mi profesor me ha puesto sobre la pista. Hoy me contaba que una alumna se había enamorado de él. Y en la primera semana además. Mientras me lo cuenta yo sonrío porque no me lo acabo de creer pero él insiste y me asegura que ella le declaró su amor al séptimo día. La pobre está tan colada que ya lleva 5 suspensos y Mario teme que no tenga ninguna intención de aprobar en las próximas convocatorias porque eso supondría dejar de dar clase con su amado. Su amado, o sea Mario, para que os hagáis una idea es un señor de 43 años, bajito, rechoncho, con la nariz grande y los ojos pequeños y un poco juntos. Mario hoy bromeaba conmigo y me decía que en su juventud había tenido un buen culo y unas buenas piernas, pero ahora tiene un donuts, así llama él a su barriga. Mario no es precisamente Richard Gere, no sé si os hacéis una idea. En su favor habrá que decir que es un muy buen tipo, educado, amable, paciente, divertido, sabe hablar y escuchar y tiene pinta de ser un buen padre y un buen amigo. Así que siendo justos tampoco es tan raro que alguien se enamore de él, pero no sé si en la primera semana. Mario tiene una teoría y como es un hombre inteligente y sensato, me ha convencido. Según él, los/las alumnos/as sienten desde el primer día que dan clase que ponen la vida en manos del profesor, él no sólo les enseña a conducir, sino que también les protege ante los posibles accidentes. Además los profesores, o algunos de ellos, son pacientes, amables, a la vez que exigentes. A veces te animan y otras te meten mucha caña. Vamos, que dan una de cal y otra de arena. ¿Hay algo que enganche más que eso? Mario me dice que no es la primera vez que una alumna se enamora de él. Que ya le ha pasado varias veces. La anterior fue una mujer que llevaba 20 años casada y de repente vio en Mario a una persona que la escuchaba atentamente, la alentaba, la protegía, algo que también había hecho su marido los primeros años de casados pero luego todas esas atenciones habían desaparecido. Mario cuando estas mujeres les declaran su amor, les intenta explicar que no se están enamorando de él, sino del profesor. Que él en su vida diaria, a veces no es tan atento, ni tan considerado, y mucho menos es un salvador, ya que no tiene un volante y un pedal para protegerlas ante los choques de la vida.
Ese pues es el síndrome de Venecia, una mezcla entre el síndrome de Estocolmo y el poder seductor de un profesor universitario, pero con un aliciente mayor, ya que ante el profesor no sientes que pongas tu vida en sus manos, con el de autoescuela sí. Y eso, al igual que con el secuestrador, es algo que puede enganchar y sobre todo confundir.
Tranquilos, la buena noticia es que yo no estoy enamorado de Mario. No es precisamente mi tipo.
La mala noticia es que mañana me toca ir en el coche con él y con la chica que está fervientemente enamorada de él. Tres horas de clase además. Por eso Mario hoy me ha contado la historia, para ponerme sobre aviso. Vamos, que mañana voy de carabina. Y tal vez a ella no le siente demasiado bien que Mario también me colme de atenciones y me aliente con su amabilidad y exigencia. ¿Se creerá ella lo que no es? ¿Estará dispuesta a compartir a su amado conmigo? ¿Cómo será una mujer celosa y enamorada, a la vez que inexperta al volante? ¿Debería hacer testamento? Ah, cuantas preguntas para un domingo por la noche...

Miedo

Al final de la película París Tombuctú, Berlanga nos enseñaba un gran cartel en una carretera en el que se leía la frase: Tengo miedo. Era un final escalofriante, porque olía a últimas palabras, a testamento. Tengo miedo. Hoy en El País, Juan Cruz entrevistaba a Concha Velasco, la protagonista por cierto de París Tombuctú. En la entrevista parece feliz a sus 70 años, y así se lo hace notar el periodista, pero luego empiezan a salir las sombras. Juan Cruz le recuerda una entrevista que le hicieron hace 20 años en la que le preguntaban si le asustaba cumplir 50 y ella confesaba que sí. Y ahora le repite la pregunta, si le afecta cumplir 70. Concha Velasco, lúcida y sincera contesta que claro, que como mujer no puede echarle un ojo a un señor de 70 estupendo porque él se fija en las de 25, que como mucho ella se ilusiona un par de días, que van al cine, pero que al tercer día piensa: "es imposible, tengo 70 años. ¿Cómo no va a afectarme hacerme mayor? Me destroza"
Miedo a cumplir años. Miedo a que se baje el telón, o a que ya se esté bajando.
Hay muchos tipos de miedo.
Yo, se ve, tengo miedo a conducir. Hoy varios profesores de autoescuela no tuvieron ningún tipo de pudor en repetírmelo hasta la saciedad. Y eso que era domingo. Tengo miedo a adelantar, miedo a acelerar cuando entro en una autovía, miedo a poner quinta, miedo a chocar con otros coches... Ese miedo al volante me lleva a necesitar más clases de las lógicas para aprender a conducir, ese miedo a no creer en mi habilidad me lleva a no soltarme. Y todos parecen también estar de acuerdo en que la habilidad ya la tengo, pero lo que me frena es el miedo. Esto comparado con el miedo al the end, con el miedo a la muerte, es bastante ridículo, bien es verdad, y por eso he empezado esta entrada así, para relativizarlo todo un poco. Pero aún así a mí hoy tanto profesor llamándome cobarde (e insisto, sin cortarse un pelo, sin disfrazarlo ni una sola vez de prudencia) me ha dejado un poco plof, porque como guionista que soy, no puedo evitar hacer de todo una metáfora y llevarlo más allá. (Y también, seamos sinceros, porque las críticas las llevo como el culo. Sobre todo cuando no se cortan ni un poquito. Pero es lo que tiene el aprendizaje. Y es lo que tiene ser un eterno estudiante. Curas de humildad continuas. Es lo que me gustaría decirles a los arrogantes, sé siempre un aprendiz de algo, o ten un perro y recoge todos los días su mierda, ya verás que rápido se te cura lo tuyo) Lo mismo me pasa en otros aspectos de la vida, por ejemplo con el inglés, nunca me acabo de creer que sé lo que sé y siempre me paralizo y no me arranco a hablar. Y supongo que es el mismo miedo que me impide aceptar que estoy más capacitado de lo que creo para muchas otras cosas. No las voy a enumerar, pero sé que están ahí. Como no quiero caer en ningún tipo de melancolía dominical enseguida intento pensar en positivo y me digo, bueno, si a pesar de todos esos miedos he llegado a donde he llegado tampoco seré tan miedica, o sí, pero he conseguido sobreponerme, o qué coño, si seré bueno en lo que hago, que a pesar del miedo, he conseguido tener éxito en mi trabajo, y más o menos en la vida.
Así que acabaré teniendo el carnet, a pesar del miedo. Ea.
Y con miedo a los 40 llegaré a los 70, espero. Y cuando alguien me entreviste a los 70, también podré reirme de los miedos que tenía cuando estaba sólo en la mitad de la vida. Y sí, también de todas las clases que tuve que tomar para aprender a conducir, ahora que conduzo con esta destreza septuagenaria este... ¿Aston Martin?
¿Seré como esos señores estupendos de 70 de los que habla Concha Velasco?