jueves, 5 de marzo de 2009

Autoría

El cuentecillo titulado En el vagón de metro parte de una historia que me contó Guille. En teoría algo casi idéntico le había pasado a una amiga de una amiga. Hoy le he preguntado a Guille si había entrado en el blog para leerlo y si le había gustado. Me respondió que sí, pero en estos días se había enterado de que al parecer la historia es una leyenda urbana, no le pasó a la amiga de la amiga. De repente todo adquiere otro cariz, y yo me siento de pronto un plagiador. Reviso la historia y es verdad que tiene todos los elementos de leyenda urbana, aunque a mí lo que más me interesó y por la razón por la que decidí convertirla en mini cuento fue porque al pensar en ella me gustaba la idea de esa chica cuando sale del vagón y el chico guapo la deja allí. La idea de que ella se sienta abandonada por culpa de una muerta. Eso, que es mío, fue lo que motivó que la escribiera. ¿Soy un plagiador? ¿O la historia al darle yo un punto de vista nuevo se convierte en mía? El principio también lo inventé yo para darle al cuento un final. Pero de lo que quiero hablar es de esa idea que de repente surge y hace que te entren ganas de escribir. Las historias siempre están ahí, es un punto de vista nuevo las que las hacen nuevas. O las que las hacen interesantes, o las que te llevan a escribirlas. Y uno siente que ha tenido éxito cuando de repente otro amigo te pregunta, ¿Pero eso del vagón te pasó a ti? Porque hay algo en ese cuento que ya es mío, claro, y de ahí que ese amigo pueda pensar que eso fijo que le pasó al notas de Carlos aunque se esconda detrás del personaje de una chica.

Guille también me contó otra historia. Esa nunca pensé en escribirla porque era demasiado trágica, demasiado descorazonadora. Una historia que también tiene todos los elementos para ser una leyenda urbana o una fábula para adolescentes traviesos. Desgraciadamente seguro que de las dos historias la leyenda urbana es la que yo escogí creyendo que no lo era. La otra, la dura, seguro que pasó de verdad. Pero en esa si que no encuentro ningún motivo, ningún punto de vista para convertirla en cuento. Nunca ha estado entre mis temas el horror más absoluto.

1 comentario:

combatientes70 dijo...

te hago la otra pregunta, en la anterior entrada, antes de leer ésta... yo lo que quería saber era tu verdad como autor... pero que tampoco quería conocer... porque yo ya me había construido mi propia historia y le había dado a cada personaje un porqué... es deformación... en cada beso, en cada persona, en cada café vemos algo... a mí me encanta y me gusta venir a tu blog y empaparme de estas historias que abren a más historias...