Pase lo que pase esta tarde, yo estoy feliz.
En la ducha he vuelto a ver el toallero roto, y al salir me he topado con la grieta en el lavabo, y la pared con la pintura destrozada. Antes de ayer se rompió el perchero, ese que antes tanto se caía y ha dejado varias marcas en la entrada. La lámpara sigue descolgada y la mesa de comedor la abrí para una cena y ahí se ha quedado. También la pizarra en donde apuntamos los aciertos y errores de nuestra peli sigue ocupando un espacio precioso. Al lado está la bici estática que aguarda a ser usada de nuevo. Aunque tal vez espere ya a empezar la dieta y quitarme esos 5 kilos de más que otra vez han llegado con ánimo de quedarse, para volver a cogerla con ganas.
Otro día todo este cúmulo de imperfecciones o dejaciones serían una metáfora precisa, o más bien una metáfora chunga, de que algo va mal. Pero hoy no, hoy no son más que el anecdotario de que todo va bien. Son un cúmulo de tonterías fácilmente subsanables.
Hoy el campo de batalla huele a victoria. Aunque perdamos la guerra, yo sé que la he ganado.
Mañana prometo ser menos críptico.
Tal vez.
lunes, 18 de abril de 2011
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1 comentario:
"Las cosas realmente valiosas son las que nopodemos tocar" Así que lo material, no es lo importante... me alegro de que seas feliz. Me encanta leer este tipo de post.
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