miércoles, 10 de junio de 2009

37

Leo una novela en la cola del supermercado mientras espero mi turno. Oigo jaleo a la derecha. La cola de al lado apenas se mueve, hay problemas en la caja y finalmente deciden rendirse a la evidencia y cerrarla. No funciona. Los que estaban esperando protestan pero acaban aceptando ir a la caja de al lado respetando su turno. Protestan todos menos dos chicas chinas que apenas entienden español y se quedan en la cola. Intentan explicarles que la caja no funciona. Una señora octogenaria, que iba detrás de ellas, al ver que no se enteran decide aprovecharlo a su favor. “Pues las dejamos aquí, ya se darán cuenta” Menos mal que la cajera acude en su ayuda y con gestos les indica que la caja está rota y las ayuda a trasladar sus dos carros. Los carros están hasta arriba de latas de cerveza, de la marca más barata. Hago un cálculo y llego a la conclusión de que habrá como 500 cervezas en cada carro. Supongo que serán las que luego venderán por la noche en la calle hasta las tantas de la madrugada. Lo supongo porque son las mismas latas que me encuentro a cientos por las mañanas tiradas en la plaza. Latas vacías que Mazinger esquiva como puede.
En la cola una niña de tres años juega con un bote de lejía de tres litros, ante la mirada ausente de la madre. A nadie le sorprende. Me llega el turno y voy poniendo mi compra en el carro. Botellas de Ribeiro, queso light, jamón serrano, papel de cocina, latas de pulpo, melocotontes, medio melón, latas de atún, golosinas para Mazinger… Y entre todas esas cosas, dos velas con una cifra. Una vela es un 3 y la otra un 7. Mientras pasan por la cinta, espero que la cajera al cobrarlas me mire y me pregunte. "¿Tu cumpleaños? ¿37? Caramba, pues no los aparentas.”
Pero la cajera las cobra sin dirigirme la palabra. ¿Aparentaré 37? ¿Cómo es posible si aún me quedan 6 días para cumplirlos?
La niña sigue con la botella de lejía.
La octogenaria hace un requiebro para colarse delante de las chinas. No lo consigue.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues claro que no los aparentas. Piensa que la edad es solo un número en realidad, lo que importa es el espíritu de la persona, lo que hay dentro. si eres joven por dentro, eso se nota por fuera, y tu eres maravilloso Carlitos, vales un montón.

Un abrazo, G.

Anónimo dijo...

Mira que me ha jodido entrar en el blog y ver esta entrada. Porque yo que soy un despiste total para estas cosas, que no me acuerdo ni de mi cumpleaños, ni del de mi familia, había apuntado el tuyo en mi super-agenda “FoQ” y ya estaba pensando en la felicitación… Al leer esto lo de mañana parece que ya llega tarde.
Para C-29

Mazinger y yo dijo...

Tú tranqui, que si lo has apuntado en tu super agenda FoQ, para mi es como si ya me hubieras felicitado.
Voy a empezar a utilizar también yo mi super agenda FoQ. Qué ilusión!