lunes, 11 de enero de 2010

Páginas nevadas


Las calles se llenan de nieve. Y por lo tanto las páginas de internet también. Todo el mundo sube sus fotos para dar cuenta de que estuvo ahí mientras nevaba. Yo no iba a ser menos. Ayer por la tarde noche en Madrid no dejó de nevar y cuando bajé a Mazinger, la plaza respiraba una quietud extraña. La luz de las farolas se reflejaba en el manto blanco y la noche parecía menos noche. De repente éramos como habitantes de un planeta distinto. Todo el mundo sonreía y sacaba fotos. Y los perros disfrutaban como niños de ese suelo blandito que se deshacía en polvo bajo sus patas al correr.
Esta mañana seguíamos disfrutando del blanco nuclear. Los únicos que no lo hacían eran los barrenderos y los que se encargan de limpiar los jardines. Se han pasado media mañana con la pala quitando la nieve. Mientras los chavales, que se han quedado sin clase, disfrutaban lanzándose bolas heladas y Mazinger volvía a recuperar su alegría juvenil persiguiendo como loco a Era. Gran nombre para una perra, Era.
Hoy es uno de estos días en los que me vuelvo a alegrar de trabajar en casa. Qué suerte no tener que coger el coche, ni el metro, qué suerte no tener que quedarme atascado en la M-30.

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