miércoles, 12 de mayo de 2010

Días de boda

Mayo suele ser un mes en el que se casa la gente. Esto al parecer es algo que todos sabían menos yo y no será porque no haya asistido a bodas, la mayoría de las veces trabajando como fotógrafo, muy pocas de invitado. Casi todos mis amigos han tenido la delicadeza de no casarse y eso que nos hemos ahorrado, en borracheras, regalos, discursos, despedidas de soltero... Algunos lo han hecho, Marcos y Elena, Jesús y Joaquín, y a pesar de lo reticente que soy yo para eso de la celebración de las uniones maritales, luego ambas las disfruté como un enano. Ahora le toca el turno a mi hermana y a Paco. Como decía una amiga, qué cosas, a la edad a la que otros se empiezan a separar, va tu hermana y decide casarse. Siempre a contracorriente, debe ser cosa de familia.

El otro día, revisando desde la nitidez absoluta del blue ray la peli de Sexo en Nueva York, a Carrie Bradshow, interpretada a la perfección por Sarah Jesica Parker, le decían que una se podía vestir de novia con dignidad hasta los 40. Más tarde se hacía el ridículo. Aunque yo no estoy de acuerdo con semejante afirmación. Lolita también se casa un día de estos, pasa de los cuarenta y seguro que estará mucho más guapa que cuando se casó la primera vez. Lo ridículo es no atreverse a hacer lo que a uno le apetece hacer por miedo al ridículo. En la de Lolita faltará Lola Flores, eso sí, para repetir aquello de: si me queréis, irse. Ah, impagable.

Así que aunque mi hermana se casa antes de los cuarenta, no sé si siguiendo los consejos de la gurú neoyorkina, yo sé que el vestido le sentará estupendamente y aunque hubiera esperado a la edad de Lolita, también. Yo pienso esperar mucho más allá de la edad de Lolita. Mucho más allá. Hasta el infinito. Y el que no lo crea, que apueste.

El sábado seguro que me toca aguantar con resignación la maldita pregunta, ¿y tú para cuándo? Es lo que tiene ser el hermano mellizo de la novia. Sonreiré, beberé champán y seguiré bebiendo. O a lo mejor me canso de la preguntita y me adueño de la frase de Lola Flores: si me queréis, irse.

A pesar de estar sufriendo con la anticipación de la pregunta y de que me toque ser el fotógrafo, voy ilusionado a la boda, y casi estrenando L. Será el primer viaje largo que haga con el coche. Y si a alguien le parece tardío eso de llegar casi a los cuarenta soltero, ¿qué me decís de sacarse el carnet a los 37 y vivir como una aventura un viaje de 500 km por una apacible autovía?

4 comentarios:

Tamara dijo...

Felicidades a tu hermana por la boda, y tienes razón las novias están guapas a todas las edades, cuando se ponen un traje como ese, las brilla la cara por ser el día más feliz de su vida.
Y sobre los divorcios, mucha gente dice eso, pero uno no se casa pensando que va a divorciarse algún día, así que espero que sean muy felices.

Anthony dijo...

have fun, papa. free booze and dancing: i love weddings.

Anónimo dijo...

Yo me casé con pantalones, sin invitados, un dia de diciembre de hace un montón de años. No fue el día más feliz de mi vida, ni estaba especialmente guapa. Eso sí, recuerdo el día con cariño y volvería a casarme de la misma manera con el mismo tipo si volviera atrás. Mi hija pequeña ha visto las fotos y me pregunta: ¿por qué no te casaste vestida de princesa? Y yo le contesto que si ha visto alguna novia con velo y gafas. Yo no y no quería ser la primera. ¡Qué lío se tiene que hacer una con el velo y las patillas de las gafas! En fin, enhorabuena al hermano de la novia.

Anónimo dijo...

Bodas aparte, ¿¡carnet con 37!?!? JEJE nunca me dejarás de sorprender!! Que barrio más bonito tienes! y más cuando lo baña el sol! una gozada pasear la tarde por allí :)

SECIRAN