jueves, 28 de enero de 2010

El mismo año, por si había dudas.


Esta foto también corresponde a ese año, por si había alguna duda. Jesús al enviármela ha titulado la foto como "Menudo trío". Pues sí, menudo. El de las gafas imposibles, yo, el del centro, Ramón, primo de Jesús. Y a la derecha, Jesús. Los tres nos conocimos en el colegio mayor y de ahí nació una amistad con Jesús que dura ya 18 años.Me encanta nuestra actitud y el color de la foto. ¿Os acordáis de Fama, la peli original? ¿A qué podríamos ser tres de los protagonistas?

No echo de menos esa época, a pesar de lo felices que fuimos. Por ahora siempre que miro atrás me quedo con el presente. Y ninguna década y ningún año mejor que el que estoy viviendo. Aunque hay fotos como esta que me llenan de ternura. Y no puedo evitar desear que hubiera una máquina del tiempo que me devolviera, a mí y a ellos, justo a ese momento, justo al día de esa foto. ¿Qué darían de cenar esa noche en el comedor? ¿en qué lío sentimental estaríamos inmersos? ¿de quién despotricaríamos? ¿cómo imaginaríamos nuestro futuro? Ese era uno de nuestros deportes favoritos. Imaginar el futuro. Pues bien, ahora desde el futuro, veinte años despúes, ya no hace falta imaginarlo. Ahora lo estamos viviendo. Y me gustaría decirle a esos tres de la foto, tan llenos de confianza, que tenían razón, que no se equivocaban. Veinte años después, el saldo es positivo.

4 comentarios:

Jesús dijo...

Y tan positivo! Yo diría que hasta estamos más guapos... o al menos, más interesantes. He pasado un rato estupendo escaneando la foto, recordando el momento en que la hicimos y... pues eso, como tú dices, tratando de recordar qué teníamos por aquel entonces en la cabeza. También se la he enviado a Ramón y justo acaba de llamarme para hablar de la fotito. Creo que ninguno echamos de menos esa época, pero al menos sí podemos recordarla con inmenso cariño.

Anónimo dijo...

Pues ya sólo quedo yo, el del medio. Cuando miro una foto como estas no puedo escurrirme por unos minutos de esa trampa que siempre nos hace la mente, la nostalgia; pero me repongo rápido y mi alto contenido en endorfinas,esa especie de optimismo genético que casi siempre me lleva en volandas por la vida, me deja esta idea : Qué gran suerte tuvimos de poder vivir algo así.
Escapamos de nuestros pueblo-nido para volar libres, descubrir otras formas de pensar y vivir y elegir de verdad a las personas que nos interesaban.
Como tuvimos esa inmensa suerte, le debemos a la vida y a los que deambulan por ella una inmensa sonrisa....como la de la foto.

Aprendimos, sufrimos,amamos y nos amaron, castigamos nuestros hígados y pulmones pero sobrevivimos. Salimos airosos de nuestras peleas con la hermana duda y el TRíO CALAVERA es ahora más interesante, es verdad primo.

En fin, me he alegrado mucho 18 años después de oler a café otra vez; el café del cuarto de Jesús donde un pequeño grupúsculo nos refugiábamos antes de ir a dormir de los juegos de cartas, la pocha ¿no? y del vociferar de Chema.
Por cierto Carlos, seguro que esa noche nos cayeron "calamares en su puta tinta" para fastidiar esa sonrisa Profiden que lucíamos.

Mazinger y yo dijo...

Ramón!!!
Qué bueno saber de ti!

Anónimo dijo...

Me ha encantado leer tu blog y viajar un poco en el tiempo con la foto. Un abrazo muy fuerte y a ver si coincidimos en algún lugar del mundo un día de estos,antes de que pase otra mayoría de edad en el calendario