2010, a pesar de mi dolor de espalda, ha sido un buen año para la ficción televisiva española. Se ha estrenado Hispania, la constatación de que se puede hacer una serie con un estándar de producción elevado, con unos guiones estupendos, una dirección magnífica y que además gusta mucho a la audiencia. También se estrenó Tierra de Lobos. O la proeza de inventarse un wester romántico en España y que no suene ridículo, y que además sea ameno, divertido y excitante. Y digo lo de excitante porque ayer mi compañera de trabajo, y además amiga, Susana (de lo mejor que me ha pasado a nivel laboral en estos seis meses) me contó una anécdota sobre Tierra de Lobos. Estaba ella con dos amigos y se pusieron a hablar de sus novias y resulta que ambos llegaron a la conclusión de que los martes, después de que ellas vieran un capítulo de Tierra de Lobos, les entraba unas ganas locas de tener sexo con ellos. Total, que desde que se ha estrenado la serie, saben que al menos el martes tienen una noche sexual de lo más entregada.
¿No es maravilloso crear un producto que al menos produce ese efecto estimulante en las parejas? Eso es poner un granito de arena con lo que uno escribe y lo demás son cuentos. ¿Dónde hay que firmar para lograr algo parecido con lo que yo escriba a partir de ahora?
jueves, 30 de diciembre de 2010
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