domingo, 24 de octubre de 2010

Cine

Guillermo ayer se reía de mí porque desde que me conoce siempre me ha escuchado defender apasionadamente el medio en el que trabajo, o sea la tele, incluso me imita porque resulta que tengo un par de muletillas recurrentes y a veces acabo mi discurso diciendo: "...y por eso me dedico a hacer televisión", y ahora llevo unos días siéndole infiel a la tele y trastornado por el cine, de ahí que Guille se ría. Y estoy trastornado porque el jueves vi en pantalla de cine y con una nitidez pasmosa mi corto, mientras lo etalonábamos para pasarlo a 35 milímetros. Estar allí con el etalonador, el director de fotografía en una sala oscura viendo a mis personajes a gran tamaño fue una sensación embriagadora. De repente entendí cuando los profesionales del cine hablan de que es un veneno, una droga, que una vez que la pruebas... ay, ya no la quieres dejar. Yo estaba feliz en la sala y sólo podía pensar: ¿pero por qué no he hecho esto antes?
Juro que nunca escribí ni dirigí este corto pensando en una pantalla de cine, siempre quise que la gente lo viera en el ordenador, en una tele, nunca me imaginé estrenándolo en El Capitol, nunca creí que lo disfrutaría a ese tamaño. Y ahora sólo aguardo con impaciencia a que llegue el jueves, el día del estreno.
Estáis todos invitados.

1 comentario:

Unknown dijo...

Trastornado? jajjaja, una bonita manera de describir lo que yo percibo al leerte: ENTUSIASMADO!!! y ahí está la magia y el encanto y, posiblemente, la clave del éxito en lo que haces, en el entusiasmo que mantienes, como un chico de 1º... no sé si decirte eso de "mucha mierda" o tan sólo desearte que nunca te acostumbres...

Chuchiños ;**