Después de haberos contado sobre una cantante country tampoco os va a extrañar ahora un cuento sobre un futbolista argentino, ¿o sí?:
El futbolista argentino
Él llegó a la barra del bar del hotel. Eran las 2 de la mañana. Apenas había nadie. Pidió un whisky. Dos butacas más allá un hombre que no llegaba a los treinta apuraba una copa. Se cruzaron las miradas. El que no llegaba a los treinta lo saludó con un gesto y una pregunta amable.
-¿Tampoco podés dormir? Puto jet lag.
Entablaron una conversación intrascendente y sin saber muy bien cómo acabaron compartiendo una mesa. Los dos querían comer algo y en la barra no estaba permitido.
-Me suenas de algo.
-Y a lo mejor me viste en la tele. Juego al futbol.
Tenía un ligero acento argentino, media melena y ojos negros.
-Ah, ya. Eso debe ser. Aunque apenas habré visto un partido. El fútbol no es lo mío- Y dicho esto lo miró largo rato, antes de sentenciar- Eres guapo.
El futbolista se quedó callado. Incómodo.
-No soy… de los tuyos.
-¿Gordo?
-Y no… gay.
El se limitó a sonreír. Era una sonrisa triste, que el futbolista malinterpretó.
-¿A qué viene esa sonrisa? Te digo que yo no soy de esos.
- Tranquilo, futbolista.
-Me llamás futbolista como si fuera un insulto.
-Tú me llamaste gay como si también lo fuera.
-Y no- protestó el futbolista- Yo soy respetuoso.
-Ya- Y ese “ya” sonó tan irónico como pretendía - Todo lo respetuoso que quieras pero no sabes aceptar el halago de un tío sin ponerte de los nervios.
Siguieron comiendo en silencio, hasta que el argentino preguntó:
-¿Por qué dijiste gordo? Vos no estás gordo.
Y entonces la noche mereció la pena.
martes, 3 de febrero de 2009
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4 comentarios:
jo... qué bonito, es este
Son una delicia! Por fin podemos leer algo de lo que escribes a escondidas! Jejeje
Gracias por compartir tus cositas... :)
Que listo eres... sin duda es el mejor piropo que te pueden decir y más si te lo dice un futbolista...
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