miércoles, 13 de mayo de 2009

Opio

Nuestro crítico más furibundo, nuestro querido Esparza, después de habernos dedicado calificativos como comadrejas, o profetas del apocalipsis, esta vez nos llama expendedores de opio. Qué grande.
Y ya van 4 críticas demoledoras, pero con mucho arte. En cada insulto yo noto la admiración. Somos su droga dura. Él no quiere pero cae. Somos sus dealers, sus camellos, y aunque se lo dejamos a bajo precio, (unos cuantos anuncios publicitarios) él se queja porque necesita la dosis y no, no, no, no.
¿Opio? ¿De verdad?
Este hombre se está ganando a gritos un día en el plató. O el cojín secreto de Física o Química.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ooooh! Me ha venido una imagen mental de Esparza en pijama viendo Fisica o Química y escribiendo en su cojín secreto "Querido cojín secreto: lesodiolesodioLESODIO"... antes de dormirse abrazado a él :)
Je, je...
Susana

acho dijo...

Un cojinazo le vendría bien, sí