viernes, 1 de mayo de 2009

Quédate

-¿Qué haces aquí?- Cristina está muy asombrada de ver a Eva en la habitación de hospital. Cristina está demacrada, y de repente lamenta no haberse dejado maquillar esta mañana por una enfermera en prácticas que se lo ofreció.
-Venir a verte. Y de paso me corto el pelo y me compro algo de ropa. Que en Valladolid lo más sofisticado que hay es el Corte Inglés. Y estoy ya de la moda vaquera…
-¿Quién te dijo que estaba… en el hospital?

En ese momento entra Hugo, el novio de Cristina. Alto, guapo. Él sí que parece un modelo del Corte Inglés. Pero de los que no hay en Valladolid.
Hugo ha sido quien la ha llamado. Sabe que son amigas desde hace mucho, y que estudiaron arquitectura juntas. Pero hacía tiempo que no se veían. Cris, la enferma siempre habla de su amiga Eva, la loca, la divertida. La echa de menos. Aunque Cristina nunca la llamaría en un momento así, no quiere aguarle la fiesta a nadie. Y por eso su novio ha decidido organizar ese encuentro a espaldas de ella.

-¿No te alegras de verme? Me voy a quedar un par de semanas o el tiempo que haga falta, me apetece pasarlo contigo.
-Claro que me alegro, mucho. Mucho- Cristina sonríe de verdad, hacía meses que no sonreía de esa manera.

Hugo se alegra al verla feliz, se acerca a Cristina, le da un beso en los labios y de paso le coloca la almohada.

-¿Te ha gustado la sorpresa?- le pregunta él cariñoso.

Cris asiente feliz. Pero de repente en su rostro aparece la sombra de una duda. Mira a Eva.

-¿Y en qué hotel te quedas? Esta ciudad está más cara que nunca.

El novio le dice que le ha ofrecido quedarse en su piso, en la habitación de invitados. Eso a la enferma no le hace ninguna gracia. Lo intenta disimular, pero sin demasiado éxito. Eva se sorprende.

-¿No quieres que me quede en tu casa?
-No creo que sea lo mejor.
-¿Por qué no?- Pregunta el novio algo extrañado.
-Porque está todo patas arriba, y porque tú para convivir eres un desastre, Hugo.

Eva se empieza a oler por donde va la cosa.

-No me jodas, Cris…
-No, si yo joder hace mucho que ya no… Pero tú sin embargo…
-¿Lo estás diciendo en serio?- Eva lo pregunta intentando disimular su indignación.
-No me estoy enterando de nada- Dice Hugo. Es verdad, el pobre no se está enterando.
-Explícaselo a tu novio. Venga. Dile por qué no quieres que me quede.

Cris calla un momento, calibra si sincerarse o no. Pero decide hacerlo. Es lo que tiene estar a punto de palmarla, te otorga cierta impunidad.

-No quiero que se acueste contigo, Hugo.
-¿Qué?- Hugo está escandalizado. El chico mira a Cris y luego a Eva. Desorientado, desconcertado.
-Ya ves, tu novia cree que te iba a follar mientras ella agoniza en el hospital.
-¡Aún no estoy agonizando! Y sí, por supuesto que sí. Tú y él en casa juntos, acabaríais en la cama. Y en la ducha y en el suelo de la cocina…

Hugo balbucea, indignado
-Pero… por favor… Qué cosas dices.
-¿Qué? ¿Es tan raro que no me apetezca que mi novio me ponga los cuernos cuando tengo un pie en la tumba? Pues no me apetece. Y menos con ella.

Eva estalla. De repente le da igual que su amiga esté agonizando o no.

-¿Sabes qué, Cris? Que te den por el culo. Y a poder ser, sin lubricante.

Y dicho eso sale de la habitación hecha una furia. Hugo tarda dos segundos en salir detrás de ella.

-¡Eva! Perdónala, es la quimio y los parches de morfina. La tienen un poco confundida.

Eva respira hondo. Mira a Hugo.

-Lo peor es que Cris tiene razón.
-¿Eh?- Hugo se queda descolocado un segundo- ¿Cómo que tiene razón?
-Sí. Yo me acabaría acostando contigo mientras ella se muere. No es la primera vez que me tiro a un novio suyo. Soy ese tipo de persona. Así que mejor me voy. Dile que no se preocupe que ahora con el Ave, Valladolid está a un paso, que vendré a verla.

Eva se acerca a Hugo y le da dos besos en la mejilla.

-Encantada, Hugo. Tiene mucha suerte de tenerte.

Eva se aleja por el pasillo del hospital. Hugo se queda sin saber cómo reaccionar, pero de repente la llama.

-Eva, quédate. Demuéstrale que se equivoca.

Eva se da la vuelta. Le mira a los ojos. Hugo sigue hablando.

-Ella necesita una amiga como tú, que de vez en cuando la mande a tomar por el culo y yo creo que tú necesitas demostrarle que no tiene razón. Y que nunca te acostarías con su novio mientras ella … bueno, mientras Cris se va.

Eva duda. Claro que le gustaría demostrarle que se equivoca. ¿Pero cuándo se ha equivocado Cris?

-No lo sé, Hugo
-Quédate, por favor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesito los veinte capítulos que siguen al inicio de esta novela. Tómate tu tiempo... En unos meses me los dejas leer

Anónimo dijo...

Se me olvidaba... soy Jesús

Mazinger y yo dijo...

Jaja, estaba pensando más bien en una peli. Pero no en plan Mi vida sin mi, (lo digo por el cáncer y la moribunda) sino más bien Ricas y Famosas. He estado toda la mañana dándole vueltas. Y ya tengo media peli. (La de cosas que soy capaz de hacer con tal de no trabajar)

joaquin dijo...

Ole, una buena noticia hoy, por fin!! Yo tambien quiero seguir leyendo, o viendo en pantalla grande, pero seguir en cualquier caso.

combatientes70 dijo...

Conozco a alguna mujer así... si vas a seguir escribiendo, te la traigo un fin de semana y la observas... te puede servir de ayuda... pero si tienes pareja no se la presentes, terminarían en la cama... seguro...